Bajo el título “Un escenario de postergación”, Martín Redrado inició su charla haciendo una consideración: “Cuando uno quiere armar un programa económico que sea sustentable en el tiempo, lo que es necesario es que la política económica y social tenga una visión integral. Integral significa que quien es responsable de la política económica tenga en cuenta todas las variables”
En el caso puntual de Argentina, el economista sostuvo que “es esta falta de mirada integral la que nos ha dejado en lugares estancos”.
Además de enfrentar las consecuencias de una crisis internacional producto de la pandemia de Covid-19 y del conflicto entre Rusia y Ucrania -que ha provocado la desaceleración del crecimiento mundial, inflación global y falta de previsibilidad-, Argentina debe atender sus propios obstáculos internos.
Para Redrado los ojos están puestos en el acuerdo que el país ha hecho con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que a pesar de ser a diez años “sólo tiene metas a tres”.
“Es un acuerdo realista y pragmático. Plantea un escenario incierto hacia adelante. Lo que vencía el año que viene se pateó para el 2026”, dijo y agregó: “hay tres metas que hay que seguir: la meta fiscal (cuál será el superávit), la meta monetaria (cuánto puede emitir el Banco Central), la meta de reservas”.
Frente a eso llamó la atención las malas soluciones que se han implementado hasta el momento en torno a esas metas: el licuado del gasto público para bajar el déficit, la quita de crédito al sector privado para redireccionarlo al sector público, y las restricciones a la importación para retener reservas.
“Estamos frente a una visión estática de nuestros funcionarios en materia de política económica. Estoy convencido de que Argentina tiene una oportunidad pero hay que ponerse de acuerdo en cómo recuperar la credibilidad. A mi juicio ella se recupera mirando en la historia los factores que le permitieron a tres programas de estabilización tener un éxito total o parcial”, indicó.
Y a continuación se refirió a los planes de estabilización llevados delante en los gobiernos de Alfonsín, Menem y Kirchner.
“Hubo un plan integral, uno productivo, uno fiscal, uno monetario, uno crediticio, uno impositivo, que tenían un mismo norte y horizonte. Hubo un equipo económico coherente. Hubo leyes que estén garantizadas por la mayoría del Congreso. El Congreso le dio apoyo y sentido de previsibilidad a esas leyes. Esto es lo que se necesita en este momento: un plan integral, un equipo solvente y un Congreso”, remarcó.
Redrado cerró su exposición mencionando cinco leyes que considera que se deben aplicar en Argentina para lograr estabilidad y crecimiento: una para restringir la emisión del Banco Central a la mitad; una ley de estabilización macroeconómica que desindexe todas las variables del gasto público y achique el gasto de la política; una para simplificar y bajar la escala de impuestos; una para quitar las retenciones a cualquier cadena que exporte, y una ley nacional de infraestructura que impuse e integre el transporte del país.
“Argentina primero, debemos dejar de lago los egos”, finalizó el economista.