Desde mediados de la semana pasado, el clima de negocios varió sustancialmente.

Se originó un período de búsqueda de seguridad, por parte de los fondos de inversión. Y así el destino preferido pasó a ser el dólar.

¿Qué detonó este cambio?

El pasado miércoles, la Reserva Federal de EE.UU. dispuso nueva alza de la tasa de referencia en 50 puntos básicos. Esta suba es la más acentuada de los últimos 22 años.

Como se ha dicho, la Reserva Federal tomó esta medida a fin de amenguar la tasa de inflación que azota la economía de EE.UU.

Así las cosas, las bajas en las principales bolsas del mundo llenaron las primeras páginas de los diarios y, los precios de los granos, también, acusaron el impacto.

Frente a la reducción general de los principales indicadores bursátiles globales, los fondos de inversión acentuaron la liquidación de contratos.

La suba de tasas ha puesto a disposición de los inversores una nueva alternativa. En lugar de seguir operando fuertemente en el mercado de commodities agrícolas como refugio de la inflación del país del norte, queda la chance de apuntar al dólar.

Con la guerra entre Ucrania y Rusia sin una panorama de finalización y la suba en la tasa de interés, la situación mundial se ha complejizado.

A ello, se n los problemas sanitarios que sufre China y el consecuente golpe a la demanda por granos y subproductos.

El alza de la tasa de interés tiene una contrapartida. Se trata del fortalecimiento del dólar en desmedro de las otras monedas.

Así el cuadro, el dólar habría llegado al nivel más elevado de los últimos 20 años.

Evolución del Indice Dólar desde diciembre de 2021

Si así están las cosas, vale preguntarse ¿con cuánto paño cuenta los precios de la soja y demás granos para mejorar?

Para colmo, el retraso en la siembra de maíz podría llevar al incremento de hectáreas hacia la soja en EE.UU.

Hay que ver cómo sigue el problema de la guerra en el Este de Europa y qué pasa con la demanda china.