El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) inició controles documentales en mercados comercializadores de uvas del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), en el marco del Programa Nacional de Prevención y Erradicación de Lobesia Botrana, plaga que afecta al cultivo de la vid.

Durante las inspecciones se controla que la uva procedente de San Juan y Mendoza llegue con su Documento de Tránsito Vegetal electrónico (DTV-e), respetando el etiquetado normado obligatorio y que el establecimiento productor se encuentre habilitado o vigente dentro del Sistema de Medidas Integradas, el cual está monitoreado por el Senasa para el seguimiento y control específico de la plaga o bien haya recibido el tratamiento cuarentenario indicado en origen.

Si se detecta alguna irregularidad, los productos son interdictados para su disposición final. Unas de las opciones es la donación que contemple un termoproceso, es decir que permita su transformación en jaleas o mermeladas para su consumo en comedores zonales. Estas acciones las lleva adelante el Programa de Donaciones Voluntarias del Mercado Central para distribuir entre familias, comedores y merenderos registrados.

En esta oportunidad, los controles fueron realizados en los puestos ubicados en naves del Mercado Central de Buenos Aires, en un trabajo conjunto llevado adelante por un equipo del Centro Regional Metropolitano del Senasa, conformado por agentes de las coordinaciones de Protección Vegetal y de Inocuidad y Calidad Agroalimentaria, acompañados por funcionarios de casa central.

El director de Inocuidad y Calidad de Productos de Origen Vegetal, Gabriel Amura, explicó que “el objetivo de estas inspecciones es corroborar que las uvas lleguen bien documentadas, para minimizar el riesgo de que puedan arribar de predios que no se encuentren habilitados para trasladar fruta desde las provincias de San Juan y Mendoza, y que además cumplan con las medidas fitosanitarias necesarias".

“Buscamos que el esfuerzo realizado por el Senasa no quede reducido solo a la fijación de requisitos documentales, sino que es muy importante llegar a los mercados y lograr que en ellos se difunda que estamos inspeccionando y controlando. En este operativo hemos verificado una cantidad de mercadería que no está en condiciones y también mercadería que viene perfectamente documentada y con la trazabilidad adecuada”, destacó Amura.

Por su parte, el supervisor del Inocuidad y Calidad Agroalimentaria del Centro Regional Metropolitano del Senasa, Carlos De Diego, aseguró que “a partir de toda la actividad de control que realiza el Organismo para la prevención de la plaga en predios productores de San Juan y Mendoza, se verifica en los destinos de la uva que estos movimientos tengan el respaldo documental, que se vea reflejada en las cajas su trazabilidad sanitaria y que lleguen desde establecimientos autorizados”.

Durante la primera semana de controles se fiscalizaron más de 20 operadores comerciales y centros de reexpedición ubicados dentro del Mercado Central de Buenos Aires, donde se decomisaron casi 400 cajones de uva en fresco, en su mayoría provenientes de San Juan, representando un total aproximado de 3.500 kg de fruta.

El Senasa está replicando este tipo de controles en otros mercados periféricos del AMBA, y en las ciudades de Santa Fe, Rosario, Córdoba, Villa María, Río Cuarto, Mar del Plata y Bahía Blanca.

Esta acción, realizada en el marco del Programa Nacional de Prevención y Erradicación de Lobesia botrana, contribuye a mantener la región como área libre de la plaga.