Existe el convencimiento, desde la Dirección de Innovación Tecnológica y Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) del ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, de que las Agtech vienen para integrarse a un sistema agropecuario, industrial, de marketing, de comercialización y de finanzas, entre otros, que permitirán hacer —cada día— esta actividad más rentable y competitiva a nivel global.
Las Agtech son herramientas que favorecen la competitividad global de toda la cadena agropecuaria y agroindustrial, brindando agregado de valor en todos los productos y servicios que utiliza nuestro país, así como países vecinos.
Las nuevas tecnologías aplicadas, seguramente, permitirán diferenciarnos como país, tal como ha ocurrido hasta el momento con otras tecnologías aplicadas.
“Entre estos puntos también se suma que las Agtech mejoran la eficiencia productiva; permiten mejorar el conocimiento de cada una de las actividades; mejoran la sustentabilidad del sistema agropecuario; permiten lograr la trazabilidad; el automatismo y la digitalización del agro, entre otros puntos destacables” dijo el Ing. Agr. Andrés Méndez, director de Innovación Tecnológica y BPA del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.
“Desde el MAGyP hemos desarrollado una manera de trabajar que permite incluir a las tecnologías en un ecosistema integral; abordar de manera compleja y, a su vez, logrando mostrar un sistema hipercompetitivo, con la interrelación de Startup / Agtech asociadas”, añadió.
“Existen tecnologías que pueden denominarse transversales a cualquier ecosistema Agtech; por ejemplo las que brindan información climática, o las que son puntuales y apuntan a un problema específico, como el control de tucuras o langostas en una provincia determinada”, comentó el Ing. Méndez.
Al abordarse los trabajos con esas tecnologías se consideraron tres líneas: 1) Ecosistemas para solucionar problemas; 2) Ecosistemas para mejorar la competitividad de ciertas actividades, como por ejemplo economías regionales, cultivos extensivos y otros; y 3) Ecosistemas de mediano y largo plazo.
“En los tres puntos la metodología es similar y consiste en vincular a las Agtech con las necesidades a resolver o a mejorar. Las reuniones se realizan de manera virtual; se convocaron a las Startup / Agtech a participar en una jornada de trabajo donde cada tecnología presentaba lo que hacen y por qué lo hacen”, explicó.
Los técnicos que conocen la problemática (Senasa, Cooperativas, INV, INTA y
otros) seleccionaron las que más se ajustaban a la solución planteada. En base a
eso, se armaron los ecosistemas resolutivos o mejoradores.
Algunas de las empresas que componen el universo de la AgTech en nuestro país.
—Ecosistemas para solucionar problemas: Dentro de las problemáticas detectadas se necesitaba dar una opción para solucionar el control de las pulverizaciones en áreas de periurbanos y las derivas que se generan con las aplicaciones realizadas en malas condiciones medioambientales. Posteriormente, se convocaron a las diferentes Agtech para realizar un prototipo llamado ecosistema de pulverizaciones sin deriva, para lo cual las empresas que lo integran ofrecen diferentes soluciones tecnológicas.
—Ecosistemas para mejorar la competitividad de ciertas actividades: En este punto se cita un ejemplo de mejora de la competitividad que se realizó para una jornada del Instituto Nacional del Vino. La idea es que cada tecnología pueda aportar sus puntos fuertes para lograr en conjunto la mejor opción productiva, rentable y de comercialización.
—Ecosistemas de mediano y largo plazo: En este tipo de ecosistemas lo que se
pretende es abrir nuevos mercados donde los servicios de las Startup / Agtech
permitan lograr un precio mayor al de los commodities, o a los precios que,
normalmente, maneja el sistema de comercialización convencional.
“Por ejemplo: existen mercados donde los precios son mayores, sólo por lograr cumplir con un estándar de calidad determinado, o por tener pocos residuos de algún producto químico aplicado al cultivo”, comentó el Ing. Méndez.
“Muchas de esas exportaciones hoy no se están cumpliendo, ya que es difícil el control de las actividades de productores vecinos, o si el campo es arrendado y no se conoce su historial de aplicaciones de agroquímicos”, aseguró.
Actualmente, en un proceso de trazabilidad desde el barbecho a la cosecha se puede lograr exportar a esos mercados.
“En un primer momento conseguir estos mercados sería de manera puntual con algunos productores y empresas que se dedican a trazar los cultivos y llegar con un producto final de exportación conocido”, admitió el funcionario, en un artículo del Consejo Profesional de Ingeniería Agronómica (CPIA, www.cpia.org.ar).
“Hoy, las Agtech nos permitirían lograr este propósito de manera integral,
donde se garanticen exportaciones a los diferentes países que requieran del
servicio. Es un proceso que parece complejo, pero que, en la actualidad, con el
ecosistema Agtech relevado desde el MAGyP se puede lograr”, sostuvo.
También dijo que las líneas que están afrontando son las de dar respuesta a
todas las propuestas dentro del sector agropecuario y que ya tienen formados
trece ecosistemas dinámicos y colaborativos.
“Vemos a la tecnología como salida a las diferentes problemáticas y, también, como a las posibilidades de negocios futuros para el mercado agropecuario argentino”, concluyó el Ing. Méndez.
La meta de las 200 M/T de granos
A partir del año 2020, la subsecretaría de Agricultura del MAGyP, a cargo del contador Delfo Emilio Buchaillot, constituyó una nueva dirección con un enfoque a los desarrollos tecnológicos que responden a diferentes problemáticas para el campo argentino. Así se creó la dirección de Innovación Tecnológica y BPA.
“Esta dirección se propuso alcanzar la producción de 200 millones de toneladas de granos. Una de las aristas que propiciará este propósito es la mayor incorporación de tecnología en los procesos. Así, el esquema planteado es poder producir 200 M/T de granos con la utilización de tecnologías”, indicó el Ing. Méndez.
“Dentro de las tecnologías planteadas, se encuentran las desarrolladas por emprendedores argentinos vinculadas directamente al sector agropecuario, conocidas como Startups, bajo la vertical tecnológica Agtech, cuyo fin es hacer más competitiva y eficiente la producción de alimentos que están relacionadas a las Startup / Agtech en el sector agropecuario, vinculadas a la vertical de la producción de alimentos”, explicó.
Ante la necesidad de contar con una base de datos que releve todas las Agtech
del país, se lanzó —desde el MAGyP— una convocatoria de inscripción a Startups.
“Hasta el momento se obtuvo un muy buen registro, superando las 150 Startups inscriptas. Todas están en diferentes etapas de desarrollo, tanto tecnológico como de modelo de negocios”, dijo.
“Se trata de empresas tecnológicas con muy buenas ideas, productos y servicios. El trabajo realizado desde Innovación es vincular estas empresas con las necesidades de los diferentes sectores productivos del país y del mundo”, añadió el funcionario.
“Para el análisis de las más de 150 Startup / Agtech se tomó como referencia la clasificación realizada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), basada en un estudio sobre el desarrollo de las Agtech en Latinoamérica.
“Si bien nuestra visión sobre la aplicación de las tecnologías no se restringe a la división en nombres categóricos, es bueno contar con información comparable, como país, y que sea entendida por el resto del mundo siguiendo un criterio similar”, sostuvo.
“Es común escuchar que las tecnologías, en este caso las Agtech, no tienen una aplicación tangible o cuantificable. Pero en realidad son los usuarios los que, muchas veces, no terminan de comprender su utilización”, aseguró.
También dijo el Ing. Méndez que, en la actualidad, muchos ya pueden visualizar los efectos de las Agtech aplicadas en el sector agropecuario. Y que, por lo tanto, no resulta tan complicado que logren entender las innovaciones que se vienen, así como los cambios de paradigmas que deberá afrontar el sector.
Es interesante —añadió— la definición de Agtech planteada por CREA y el IIEP en la encuesta realizada a 63 emprendedores, donde se marca una determinada caracterización.
“Las define como aquellas que proveen servicios intensivos en conocimiento basados en tecnologías digitales para las diversas etapas de las cadenas agroalimentarias, desde la producción a campo hasta las fases de industrialización, logística y comercialización”, comentó.
“Un crecimiento a 5 años se dio en sólo 7 meses”
También señaló el Ing. Méndez que un punto interesante para destacar del año 2020 es que la pandemia aceleró, en forma exponencial, el desarrollo de diferentes tecnologías.
“Así, el crecimiento que se preveía a cinco años se terminó logrando en tan sólo siete meses. Muchos puntos discutibles antes de la pandemia se dejaron de poner en duda de manera abrupta en un corto plazo”, explicó.
“Es común escuchar que un software determinado o una herramienta específica permitirá que el productor, contratista, industrial y demás obtenga réditos instantáneos y alta rentabilidad. Esos discursos son complejos de efectivizarse cuando no hay un conocimiento básico de la actividad en todos sus eslabones de la cadena”, aclaró.
“No hay duda de que un software o, en algunos casos, una Agtech en particular, permite mejorar el sistema si es bien utilizado. Pero que sean la única herramienta salvadora no es real tampoco”, sostuvo.
“Por otro lado, no se le puede pedir al consumidor de Agtech que sea quien tenga la capacidad de armar su propio ecosistema tecnológico eligiendo a cada una de las tecnologías disponibles”, aseguró el Ing. Méndez.
Fuente: La Nueva