El pasado 3 de diciembre, se realizó el tercer y último diálogo virtual sobre
"Innovación colaborativa y enfoque holístico para cadenas de soja y sistemas de
producción sustentables", organizada por la Asociación Argentina de Productores
en Siembra Directa (Aapresid) con el apoyo de Land Innovation Fund.
Moderado por los socios Aapresid, Paola Díaz y Pedro Vigneau, el encuentro
tuvo como objetivo abordar la temática de herramientas de certificación y
trazabilidad de la producción y definir una hoja de ruta para la acción.
"Debemos promover modelos agropecuarios sustentables, para atender las
necesidades de los clientes globales", inició Teddy Cotella (Aapresid). Luego
detalló su experiencia en la implementación de Agricultura Sustentable
Certificada (ASC) de Aapresid Certificaciones en campos del Chaco Argentino. "ASC
es el primer estándar argentino reconocido a nivel internacional a través de la
plataforma Sustainability Map, lo que permite la venta de materia prima de
origen sustentable a la Unión Europea (UE) y cuenta con un sistema de créditos,
dónde 1 tonelada de soja equivale a 1 crédito", agregó y reflexionó: "Parametrizar,
medir lo que hacemos y llevar un seguimiento año tras año, es lo que nos permite
la mejora contínua y agregar valor, promoviendo la marca país, y lo hacemos por
convicción y no por obligación".
Por otra parte, desde la mirada de la demanda europea, Anton van den Brink (FEFAC)
remarcó: "La UE prohíbe la colocación de commodities que estén unidos a la
deforestación, y uno de los criterios deseados es la soja libre de conversión".
En ese sentido, explicó: "Esta exigencia requiere un 100% de trazabilidad y
geolocalización de la producción. Los esquemas de certificación contribuyen a
dar la evidencia necesaria, tal como ASC".
Luego, Daniel Kazimierski (TFA) destacó que "en su reciente desembarco en
Argentina y Paraguay, TFA expande su alcance hasta el Gran Chaco". Agregó que la
plataforma involucra a distintos actores público-privados para eliminar la
deforestación en la cadena de suministros y destacó el valor del diálogo para
subsanar tensiones y generar confianza. Puntualizó que las medidas
gubernamentales, la trazabilidad, el marco legal y los incentivos para
productores son claves para la sustentabilidad. "Debemos posicionar al Gran
Chaco en foros internacionales y atender inversiones para la producción
sostenible", resaltó.
Sumando a otros actores clave en la definición de una hoja de ruta para la
acción, desde Brasil, Wellington Andrade (APROSOJA) indicó que un tercio de la
soja brasileña se produce en la región de Mato Grosso, cumpliendo leyes sociales
y ambientales, bajo estándares regulatorios y potenciado por el Programa de
"Soja Legal", cuyo objetivo es la sustentabilidad, brindar seguridad a partir de
la trazabilidad y las buenas prácticas agrícolas, el cuidado de los acuíferos,
las zonas protegidas y la descarbonización de la región a partir de la siembra
directa.
Si bien los oradores ven con preocupación las medidas impuestas por la UE,
Gabriel Delgado (IICA) lo marcó como una oportunidad y argumentó: "tenemos que
exportar las cosas que tenemos a mano, no significa que tenemos que exportar
soja, sino sumarle valor y mostrar al mundo las cosas que hacemos bien". Luego
indicó la importancia del diálogo y dejar atrás el dilema entre la agricultura y
la industria, dado que la primera es la única capaz de secuestrar carbono y
generar las divisas que el sector industrial necesita para abastecerse de
insumos, además de garantizar la seguridad económica que Argentina requiere.
Del lado de la ciencia, Federico Trucco (BIOCERES) indicó: "Desarrollamos
soluciones basadas en la biotecnología para ayudar en la transición del agro,
sin ceder en productividad o que los alimentos sean más costosos". Ejemplificó a
través de la tecnología HB4, la cual confiere a los cultivos de trigo y soja una
mayor eficiencia en el uso del recurso hídrico y la fijación de carbono, a fin
que sean más resilientes al cambio climático. A continuación subrayó: "Tratamos
de construir un futuro acorde a una visión, gestionar un ecosistema, medir y
trazar los servicios ambientales, como el secuestro de carbono por fotosíntesis
y mostrarlos con transparencia" y concluyó: "No tenemos que convencer al mundo
que estamos haciendo las cosas bien o mal, sino que los mercados van a dar esas
señales".
Culminando esta tríada de diálogos, se desprende la importancia de conocer las visiones de los diferentes actores y construir el diálogo para un plan de acción común en pos de una producción de soja en el Gran Chaco más sustentable, resiliente e inclusiva.