El período de tiempo desde que los toros ingresan al rodeo hasta que se retiran del mismo se denomina entore. El hecho de ser estacionado, se refiere a un lapso de tiempo y no a algo continuo. Por lo tanto, consiste en concretar el apareamiento en una determinada época o estación del año.
“El objetivo es hacer coincidir la mayor producción y calidad forrajera con los mayores requerimientos nutricionales de los vientres”, explicó Pablo Vispo, médico veterinario del INTA Colonia Benítez –Chaco–. Al estacionar el servicio también lo hacen los nacimientos permitiendo ordenar el rodeo y produciendo lotes más uniformes.
Además, facilita un mejor manejo nutricional y el seguimiento de planes sanitarios adecuados, al poder hacer actividades de manejo más concentradas y contar con lotes de terneros más homogéneos en edad y peso. Con su uso reiterado llega a mejorar los distintos índices productivos y reproductivos.
Una de las variables a tener en cuenta para iniciar el entore, es tratar de hacer coincidir la mayor producción de forrajes con el mayor requerimiento nutricional de los vientres, que se produce alrededor de los tres meses de nacido el ternero. “La fuente de mayor provisión de los mismos es el pasto natural, es por eso que se estaciona con la idea de que estas variables coincidan”, indicó Vispo.
“La gestación en la vaca dura unos nueve meses, luego viene un período de reposo en la actividad sexual, esto solo nos deja aproximadamente dos meses para lograr que ese vientre vuelva a preñarse en el período de un año”, agregó. Otras variables a tener en cuenta son el estado corporal y la ciclicidad del rodeo.
Por otro lado, cuando se habla de toros, existe otro componente al momento de realizar un servicio, porque ellos también pueden ser causa importante de un bajo porcentaje de preñez en el rodeo.
Para el especialista, “no es suficiente que se encuentren en una buena condición corporal y que trabajen en proporción adecuada con respecto a las hembras, el toro debe tener buen estado físico, detectar con los sentidos las vacas en celo, poder montarlas por ende tener buenos aplomos, ser sano y fértil”.
“Es importante que sean revisados mediante un control andrológico que incluya los siguientes aspectos: identificación, boqueo, un control de aptitud física incluyendo el estado físico, visión y desplazamiento (aplomos), una revisión completa del aparato reproductor, espermograma y finalmente control sanitario de enfermedades venéreas”, concluyó el especialista.
Los toros tienen un orden social, el cual está dado por varios factores: veteranía, edad, peso y raza. De esto se deduce que no es una buena opción colocar en un mismo lote en servicio animales de diferentes edades, ya que la dominancia social de adultos sobre los jóvenes podría impedir expresar todo su potencial en el servicio.
Una vez considerados aptos para el servicio, los lotes deberían armarse según edad, raza, tamaño, estos deben permanecer siempre en el mismo rodeo de vacas hasta el final del servicio.