En la Argentina preocupa la coyuntura financiera y económica, a cuatro semanas de las elecciones primarias de medio término, y en el marco de las dudas que genera sobre los inversores la prolongada pandemia de coronavirus.
El precio del dólar es una variable central para analizar el presente económico y la señal de alerta que se encendió en el mercado tras las nuevas trabas para operar en el sistema de cambios, mediante el bursátil “contado con liquidación”, ya que el Banco Central (BCRA) terminó de prohibir el giro de dólares a cuentas de terceros.
La válvula de escape de esta represión financiera fue el dólar libre, como era de esperarse, por ser hoy el principal tipo de cambio que escapa del estricto “cepo” que se extiende con cada resolución oficial.
1) Más represión sobre los dólares alternativos
Por eso, entre las principales razones que explican la suba del dólar “blue” a $183 para la venta se vinculan con los nuevos controles sobre los dólares bursátiles, pues al restringirse la actividad con los segundos, se canaliza una mayor demanda sobre el primero. Y un mercado tan pequeño como el informal suele sobre reaccionar en cuanto a precios: el “blue” ascendió $4,50 o 2,5% desde el viernes.
Las últimas medidas “apuntan a reducir aún más el volumen en el mercado de concurrencia para que contener la brecha cueste menos reservas. Así, esta nueva vuelta de tuerca al cepo sigue desplazando más minoristas al blue y mayoristas a operar por mercado bilateral (SENEBI de ByMA)”, sostuvo Roberto Geretto, economista del fondo de inversión FundCorp.
“En la medida que el Banco Central no logre tener el resultado deseado, es probable que sigan apareciendo nuevas normativas de este estilo, y también se limite más el acceso a importadores”, agregó.
2) Se reduce el ingreso de dólares financieros
Una segunda razón, ya más abarcativa, es el estrangulamiento que las disposiciones del Banco Central y la Comisión Nacional de Valores ejercen sobre el mercado de capitales. El “cepo” puede reducir la salida de divisas del sistema pero impide al mismo tiempo el ingreso de dólares por el canal financiero. Y en un segundo semestre que se caracteriza por un menor flujo de divisas comerciales y más demanda por cobertura preelectoral conlleva mayor presión sobre los precios del dólar no controlados.
Hay que considerar que la Bolsa se transformó en una importante vía para dolarizarse a través de la transacción de activos financieros entre privados. Al trabar la demanda de dólares por medio de acciones y bonos también se dejó sin un instrumento legal a aquellos inversores que cuentan con dólares y podían volcarlos al mercado para cubrir sus necesidades de pesos a un tipo de cambio más ventajoso.
“Estábamos enviando a Argentina varias decenas de millones de dólares en bonos y acciones, para operarlos en casas y sociedades de bolsa locales. Debido a la incertidumbre y dudas que generan las nuevas medidas cambiarias, el directorio decidió volver todo atrás”, explicó a Reuters Mariano Sardáns, director de la gerenciadora de patrimonios FDI.
“Estas trabas denotan la fragilidad de la situación macroeconómica argentina. Entorpecer este tipo de arbitrajes seguramente le permitirá al Banco Central conservar de mejor manera sus reservas internacionales, pero con el consiguiente efecto negativo en la brecha y el valor del dólar blue”, explicó la consultora Delphos Investment en un reporte de mercado.
3) Contracara de la falta de dólares: el exceso de pesos
La tercera razón para una suba del “blue” es la contracara de una eventual escasez de divisas, y es el excedente de pesos. Ante la proximidad de las elecciones, los analistas coinciden en que el gasto público crecerá para motorizar la economía antes de los comicios. Y el Gobierno apelará a financiar parte del déficit fiscal con expansión monetaria a través de las transferencias que efectúa el Banco Central al Tesoro.
La consultora Equilibra estima que “el costo fiscal de las medidas de ‘push electoral’ rondará el 1,5% del PBI. Para financiarlo, el Tesoro deberá acudir a asistencia del BCRA por $680.000 millones en lo que resta del año”.
“Hay que estar atentos a la próxima licitación del Tesoro para buscar financiamiento. En este sentido, las transferencias del Banco Central al Tesoro son un driver a mirar, es un tema importante, ya que la última vez, la renovación no vino bien”, publicó la consultora Portfolio Personal Inversiones.
“Se espera un incremento en el gasto público de cara a las elecciones -con su impacto en la emisión monetaria-, lo cual podría provocar un resurgimiento de la inflación de cara a fin de año, razón por la cual estimamos una inflación en torno al 48,3% para el 2021″, estimó la consultora ACM.
Fuente: Rosario Finanzas