El sector maderero florece. Y es que, la exportación de productos de madera boliviana, hasta junio de este año, registra un incremento del 70,5% con relación a similar periodo del año pasado, revelando un crecimiento destacado del sector forestal nacional.
De acuerdo con un informe estadístico elaborado por la Cámara Forestal de Bolivia (CFB), en base a datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en el primer semestre de 2021 el país exportó productos de madera por valor de $us 38,3 millones, mientras que las importaciones sumaron $us 23,4 millones, lo que configura además una balanza comercial positiva de $us 14,9 millones.
Por segundo año consecutivo, China supera a Estados Unidos como principal país de destino de los productos de origen forestal de Bolivia. El gigante asiático adquirió productos por valor de $us 10,9 millones (un crecimiento del 103% con respecto al primer semestre de 2020), mientras que el país del norte quedó en segundo lugar, con $us 99 millones y un crecimiento del 103% con relación al año pasado.
A estos dos países se suman Francia, Países Bajos, Chile, Uruguay, Reino
Unido, Bélgica, Alemania y Brasil, que en conjunto representan el 84,5% de las
exportaciones maderables del país.
Finalmente, en cuanto a los tipos de productos que se exportan desde Bolivia, se tiene en primer lugar a los semielaborados, con un valor de $us 15,9 millones; pisos y molduras, por $us 12,2 millones; muebles, por $us 5,1 millones; tableros, por $us 2,2 millones; puertas y ventanas, por $us 1,9 millones, y láminas, por valor de $us 936.109.
Compras externas
En contrapartida, con importaciones por valor de $us 14,7 millones durante
este primer semestre de 2021, Brasil se consolida como el mayor vendedor de
productos de madera a Bolivia, con un 65,7% sobre el total de importaciones
maderables (segundo se encuentra Argentina, con $us 2,5 millones en ventas al
país)
El presidente de la CFB, Diego Justiniano, destacó estos datos, señalando que más allá de haber revertido una balanza comercial negativa, se están recuperando los niveles de exportación logrados hace una década y, adicionalmente, se ha conseguido la reactivación de la demanda interna con oferta de madera nacional.
Esta situación (los indicadores positivos) son el resultado de varias
acciones que viene desarrollando la CFB: haber gestionado la reducción de la
burocracia estatal, lo que permite una mejor dinámica en la producción,
transporte y comercio de productos de madera; conseguir gestionar la unidad de
los operadores forestales; mantener las actividades productivas en tiempos de
pandemia y la consolidación de nuevos mercados en el exterior del país, para la
producción forestal boliviana, manifestó el ejecutivo.
Por su parte, el gerente de Industria Forestal Colser Ltda. y past presidente de la CFB, Pedro Colanzi Serrate, atribuyó este crecimiento positivo a que muchos países productores de maderas tropicales -como Brasil y Perú- disminuyeron su producción y dejaron desabastecidos mercados importantes del exterior, debido a la pandemia de covid-19.
“Además, Bolivia se posicionó como proveedor de especies como el morado y la tipa, con un alto valor. También las medidas para frenar el contrabando y la importación de productos de China y Brasil han contribuido a una balanza comercial positiva”, explicó el productor maderero.
En tanto que Saúl Morón, director general de Manejo de Bosques y Tierra de la Autoridad de Bosques y Tierra (ABT), indicó que el repunte de las exportaciones madereras en el país se debe a que pueblos indígenas, comunidades campesinas y empresarios, están reactivando la economía del sector a través del manejo forestal sustentable, gracias a factores como el potencial maderable de los bosques naturales del país; la diversificación de especies para exportación; las oportunidades de mercados, más países de exportación (25 en 2021); y al incremento del precio internacional de la madera.
“La reactivación económica se ve influenciada por el alivio de la pandemia en tiempos de zafra forestal, aprovechando en su máxima capacidad los diferentes procesos de aprovechamiento, transformación y comercialización de los productos forestales, en las cuales la simplificación y automatización de diferentes trámites que realizan en la ABT coadyuvan al buen desarrollo de la cadena productiva del sector”, explicó Morón.