La aparición y rápida propagación del COVID-19 ha supuesto una amenaza tanto para las sociedades como para las economías. El sector lácteo es un ejemplo de los desafíos que enfrentaron las cadenas de suministro de alimentos debido a la pandemia. Con el objetivo de evaluar el impacto inmediato que tuvo en el sector lácteo, se conformó un equipo de investigadores liderado desde la FAO, recopilando información en cinco regiones geográficas diferentes –África, Asia, Europa, América Latina y América del Norte–, en dos momentos diferentes de la pandemia. FEPALE colaboró con el estudio con los datos de América Latina.
El estudio indica que el impacto de la pandemia se ha percibido como una serie de episodios que afectaron al sector tanto desde el punto de vista de la oferta como de la demanda de manera diferente según los perfiles comerciales de las regiones y los países, la escasez relativa de recursos, el ingreso per cápita y la estructura del mercado. Durante el período investigado, se observó que se pusieron en marcha una serie de mecanismos de respuesta para mitigar los efectos del shock, aunque del análisis también se sugiere que la pandemia ha acelerado los cambios estructurales en curso que se estaban produciendo en el sector lácteo.
Los debates de los grupos focales destacaron que, en todas las regiones, los efectos de la pandemia en los precios al productor y los insumos han provocado una mayor volatilidad, ejerciendo una presión adicional sobre los beneficios y comprometiendo la viabilidad económica ya amenazada de sus sistemas de producción primaria. Por lo tanto, la pandemia ha llevado a muchos productores a abandonar la lechería, en particular a los pequeños, teniendo como resultado menos establecimientos, pero más grandes. No se trata de un fenómeno nuevo, sino de la aceleración de una tendencia que se viene produciendo desde hace muchos años.
Las discusiones también destacaron que, durante la última década el sector a nivel global ha experimentado fusiones y adquisiciones que han llevado a aumentos en el tamaño de las operaciones. Como resultado de la pandemia, las industrias enfrentarán un mayor nivel de exigencias para garantizar que los productos y servicios cumplan con los requisitos de calidad y seguridad. La implementación de estándares más altos afectará los costos de hacer negocios que probablemente reducirán los márgenes de ganancia. Como las lácteas más grandes tienden a tener costos de producción más bajos por unidad de producción, el efecto de la pandemia estimulará aún más el proceso de consolidación de la industria a expensas de las más pequeñas.
Los resultados también destacaron que la pandemia ha aumentado la conciencia de los consumidores en todo el mundo sobre las dietas saludables e inocuas. Las restricciones de movimiento han llevado a los consumidores a explorar la compra de alimentos por internet por primera vez. Estos hechos apuntan a que, a mediano plazo, la mayor conciencia sobre las dietas reforzará los patrones hacia el consumo de alimentos más saludables como la leche y los productos lácteos y con la digitalización de las plataformas, los canales de comercio electrónico crecerán a un ritmo más rápido.
A pesar de los inconvenientes económicos, la pandemia conducirá a un refuerzo político del enfoque de autosuficiencia alimentaria en muchos países. Las restricciones comerciales impuestas por varios países durante la pandemia para prohibir la exportación de productos incluido la leche y el temor de que otra crisis pueda dejar a los países en una situación vulnerable, llevarán a los países a promover acciones tendientes a disminuir la dependencia de estas importaciones. Sin embargo, dada la importancia del comercio en la economía mundial, el concepto deberá refinarse y definirse en términos más amplios.
Las medidas necesarias para abordar adecuadamente los efectos de esta pandemia van más allá de la capacidad de los gobiernos y han exigido la movilización de esfuerzos colaborativos entre diferentes actores. A pesar del efecto inmediato de la pandemia en el sector, se prevé que el impacto macroeconómico persista durante algún tiempo y, en algunos casos, requerirá un mayor ajuste en el sector.
El estudio amplía el conocimiento existente sobre los efectos de la pandemia en el sector lácteo y se suma a la literatura en evolución reciente sobre los efectos a mediano y largo plazo del COVID-19 en los sistemas alimentarios a través del globo. A pesar de la naturaleza preliminar de los resultados, brinda información importante para enriquecer las discusiones sobre políticas sectoriales.
La investigación fue realizada por Alejandro Acosta junto a un equipo de profesionales compuesto por Steve McCorriston, Francesco Nicolli, Ester Venturelli, Upali Galketi Aratchilage, Eduardo Arce Díaz, Lavinia Scudiero, Alejandro Sammartino, Fritz Schneider y Henning Steinfeld.
Fuente: FEPALE