En el lanzamiento estuvieron presentes Luis Basterra, ministro de Agricultura de la Nación, autoridades del INTA Reconquista –Santa Fe–, Dolbi S.A. y la Asociación para la Promoción de la Producción Algodonera.
Con 460 mil hectáreas sembradas en todo el país, en octubre y noviembre comienza la temporada de cosecha de algodón para las principales provincias productoras que son Santiago del Estero, Chaco y Santa Fe. Desde hace cuatro años la superficie dedicada a esta actividad está en alza, por eso, surge la necesidad de seguir con el desarrollo de tecnologías innovadoras para el sector.
Basados en esta lógica, el INTA Reconquista –Santa Fe– presentó en 2013 La Lola y su prototipo inspiró –mediante un Convenio de Vinculación Tecnológica– el diseño y desarrollo del modelo HAC 5000, una cosechadora y enrrolladora autopropulsada que permite realizar un promedio de 100 rollos diarios de 475 kilos, y está elaborada con componentes 100 % santafecinos. Esta innovación fue posible gracias al trabajo interinstitucional entre el INTA, la metalúrgica Dolbi S.A. y la Asociación para la Promoción de la Producción Algodonera (APPA).
Para el ministro de Agricultura, Luis Basterra, “esta tecnología puso el foco correctamente en un segmento que le permite competitividad al pequeño y mediano productor y ser, además, actores centrales de la recuperación de Argentina con un modelo de exportación de la metalmecánica”.
Y agregó: “Esta máquina marca un antes y un después. Nos habilita a pensar que pequeños y medianos productores algodoneros, tienen la oportunidad de tener un margen para sobrellevar las dificultades que estaban teniendo con costos y la logística de la cosecha”.
Por su parte, Marcelo Paytas, director de INTA Reconquista, Santa Fe, reconoció que “trabajar en innovaciones para la cadena algodonera permite poner en valor las economías regionales. Es importante de visualizar la importancia de la producción agropecuaria y en una ruralidad cercana a la ciudad y a la comunidad”.
“Buscábamos difundir la mecanización y, luego, aparecieron otros aspectos. Esta máquina hace más competitivo el cultivo y soluciona muchos de los problemas de la poscosecha”, mencionó.
Cuenta con un sistema de pre-limpieza que permite cosechar algodón con un rendimiento de 4 mil kilos por hectárea, a una velocidad de 8 kilómetros por hora. Se adapta bien a las diferentes situaciones de terreno y tiene economía en el uso de combustible.
“En todos los análisis que realizamos surgía que faltaban cosechadoras, lo cual demoraba la cosecha en el campo. Además, necesitábamos tecnología de cosecha para preservar el cultivo y las cosechadoras que había en el mercado, no estaban al alcance de nuestros productores”, explicó Celso Muchut –APPA–.
El sistema de soplado y arrollado de algodón, tiene un promedio de 3 minutos por ciclo, incluyendo incorporación de film protector. En una jornada laboral, dependiendo del rendimiento de algodón y el estado del cultivo, se va a poder cosechar entre 15 y 30 hectáreas por día.
La máquina es una innovación que permite aumentar la capacidad operativa, evitar la contaminación de la fibra con el suelo y simplificar la logística. “La necesidad era adaptar la tecnología al tipo de productores que tenemos, reduciendo los tiempos y costos principalmente para los pequeños y medianos, y apuntado a que éstos se asocien”, agregó Muchut.
De Santa Fe al mundo
Si bien la HAC 5000 está diseñada y desarrolla para optimizar la cosecha del algodón, no es la primera. De hecho, desde la década del 70 el INTA Reconquista se enfoca en la mejora de todo el proceso para el cultivo del algodón.
En 2006 se presentó Javiyú –que significa capullo en voz guaraní–, la primera cosechadora que permitió la mecanización de pequeñas superficies con un bajo costo y mantenimiento. Este desarrollo conquistó el mercado internacional, llegando a comercializarse en Brasil, Paraguay, Colombia, Venezuela, Turquía, Irán y Sudán.
En 2013, presentaron “La Lola” que sintetizó dos procesos en uno: extraer y prensar el algodón de forma simultánea para obtener un producto de óptima calidad, mejor rendimiento y rentabilidad.
“Aunque no se tomaron partes de La Lola, se tomó la idea llevada a la práctica”, indicó Enzo Bianchi, integrante de la empresa Dolbi S.A.. El primer prototipo de la HAC 5000 fue aportado a través del Ministerio de Ciencia y Técnica de la provincia de Santa Fe y se comenzó a fabricar en 2015. Tras cuatro campañas de testeo, en junio de este año, se terminó la primera preserie y ya van por la segunda.
“HAC 5000 es una evolución de la innovación. Con la Javiyú comenzamos buscando mecanizar la cosecha para que el algodón no desaparezca. Luego quisimos que el algodón no quede en el lote y desarrollamos La Lola. HAC 5000 viene a solucionar qué es lo que pasa después de la cosecha. Hace más competitivo el cultivo y lo deja a la par de los cultivos de granos”, subrayó Paytas.
En una proyección a 10 años, Dolzani estima que el 70 % de la producción de la máquina será exportada. HAC 5000 cubre una demanda insatisfecha de productores de mediana escala. “Desarrollamos una máquina que está entre las grandes cosechadoras y la Javiyú pensada para pequeños productores”, aseguró Bianchi.