Entre la decisión de sostener la rotación y un clima que, por ahora, no juega a favor del maíz
Técnicos de la zona de Marcos Juárez afirman que "si se afirma La Niña y se atrasan las lluvias de primavera puede haber aún menos maíz". El clima va a ser determinante para que el maíz recupere terreno o siga descendiendo la intención aún más el área de siembra en la zona núcleo. Hasta el momento, se estima esa reducción en el 10%. Julio terminó sin lluvias, y sobre las probabilidades de precipitaciones en el mes de agosto, Aiello advierte: "sería una rareza que se desarrollen precipitaciones capaces de recomponer el perfil". Entre los productores ya se está pensando en las lluvias de septiembre y necesitan saber cuál puede ser el escenario de lluvias del verano. Dentro de pocos días se actualiza el Índice Niño Oceánico y se teme que se afirme una Niña. Los técnicos también quieren saber cómo actuará sobre las lluvias el fenómeno del Atlántico, que se ha vuelto protagónico y responsable de las oportunas lluvias que salvaron al maíz en Argentina el ciclo pasado. Hay técnicos cercanos a la zona de Carlos Pellegrini que comentan que "no se está haciendo ningún tipo de movimiento, ni de planificación". En esta región, la demanda de insumos de maíz mostraba poco movimiento y las decisiones se estiran. "En los barbechos se trata de emplear herbicidas que permitan flexibilizar la siembra gruesa y pasar de soja a maíz", explican en el área. "El ánimo del productor sólo cambiará cuando llueva", agregan. Por otro lado, el sector quiere hacer maíz, "hay una decisión muy fuerte de sostener la productividad de los lotes a través de la rotación y fertilización", comentan los técnicos de San Gregorio. Por ahora, "no hay mucho entusiasmo, pero todo puede cambiar en los primeros días de septiembre", comentan en Pergamino. "El precio, las políticas y en particular las lluvias para el arranque de la campaña son los factores que más influirán en el área a sembrar."
Las reservas de agua de hoy versus un año atrás
La primera imagen, la que indica sequía en gran parte de la franja oeste, refleja las reservas al 29 de julio del 2020. La de la izquierda es de hace un año; las reservas de agua en la región núcleo eran casi óptimas y sólo escaseaban en forma leve en el sudeste de Córdoba, Chaco y Santiago del Estero. El Pacifico Ecuatorial Central se alineaba a favor y los mecanismos de escala local promovían acumulados levemente por encima de las normales para el norte del país
Los trigos siguen desmejorando
En esta semana, los cuadros en condición regular ascendieron a 280 mil ha en la zona núcleo. Están concentradas principalmente en el este cordobés y centro sur santafesino, las aéreas con mayor incidencia de la sequía. También descendieron en 10 puntos porcentuales los lotes que estaban en muy buenas condiciones hace una semana atrás, representando ahora solo un 20% del área total. El 63% se clasifica como buenos. La mayor parte de estos lotes están ubicados en el sureste santafesino y el noreste bonaerense. Las últimas lloviznas mantienen la condición del cereal y ayudarían a superar el macollaje sin perder demasiado potencial de rinde. En muchos casos, pudieron realizarse las fertilizaciones pendientes con nitrógeno en esta zona.
La siembra de trigo cae después de dos años de subas en el área núcleo
La siembra empezó con un gran entusiasmo en sus inicios, anticipándose un crecimiento de área de un 5% respecto del año anterior. Sin embargo, la falta de humedad fue un obstáculo insalvable para muchos lotes. Se dan por finalizadas las tareas de siembra en trigo con un nuevo recorte de 40 mil hectáreas. Finalmente, la siembra triguera cae un 10% respecto del año pasado, cubriendo un área estimada de 1,6 M ha de trigo