El número resulta inabarcable, casi imposible de dimensionar. Pero es real y muestra el descalabro de la economía local y el impacto del aumento de precios en la Argentina desde su nacimiento a estos días.
Desde 1810 a la fecha, la inflación del país creció un 3.233.193.613.078.670.000%. Eso es igual a más de 3 trillones por ciento. O sea, un tres seguido por 18 cifras. Un dato histórico que sin dudas explica en parte por qué el Estado no cuenta con instrumentos potentes para paliar la depresión económica originada por la pandemia de la Covid-19, como pueden ser la moneda y el crédito.
“Argentina tuvo inflación baja hasta 1944. En promedio, entre 1810 y 1944, fue del 2,7% anual. Hubo algunos años particulares como 1838 donde fue de casi 100% por el bloqueo del puerto de Buenos Aires, pero al cabo de tres años hubo deflación, cuando el bloqueo se acabó”, detalla el economista Fausto Spotorno, quien realizó el cálculo para la tercera edición de “Dos siglos de economía argentina”, un libro de 1.100 páginas que se actualizará en pocas semanas –y estará disponible gratis en Internet– luego de versiones anteriores que se imprimieron en 2000 y 2010.
“Incluso durante la crisis del 30 hubo deflación en Argentina. La inflación empieza a ser un problema en el año 1945. Esa es la primera vez que salta a casi 20% y se mantiene elevada de forma consistente por 7 años, con un promedio de inflación anual de 24%”, explica Spotorno, director del Centro de Estudios Económicos de la consultora Orlando J. Ferreres y vicepresidente de la Fundación Norte y Sur, que edita el libro. “Luego baja muy brevemente, pero vuelve a subir hasta superar el 100% por primera vez en 1959”, agrega.
Para el cálculo del índice promedio se usó el promedio anual porque no hay datos mensuales de la primera parte del período. La media anual histórica ronda el 20%, menos de la mitad de la inflación prevista para este año.
Después de 1945
El trabajo histórico indica que hay datos de inflación desde 1868. Entre la declaración de la libertad y ese año se calculó en base a algunos registros y libros de historiadores con información de la época colonial con la que se armó una canasta de vida que permitió establecer el índice de ese periodo. “En el 45 salta 20% y a partir de ahí no paró. En rigor, en 1953/4 hubo dos años de 4%, pero luego de eso, sin frenos”, dice Spotorno.
– ¿Qué pasó?
– En 1946 se estatizó el Banco Central, pero en la década del 30 ya se venía emitiendo mucho para frenar los precios. También hubo impacto de la Segunda Guerra que generó falta de bienes a escala global y unos años locales de falta de cobro de exportaciones. Había condiciones especiales, preexistentes, y también impactaron medidas que fue tomando Perón. Pero la suba viene de un poco antes, desde 1941, con fuerte aumento de la cantidad de dinero. Luego fue todo para arriba: el primer año de los militares subió 444% y hasta el Plan Austral estuvimos por encima de 100%. El Austral la bajó sólo a 90% y el Plan Primavera ni la movió. Luego, la hiperinflación.
En una columna publicada a fines del año pasado en Infobae por Roberto Cachanosky, en la que se toma el cálculo desde que se creó el Banco Central, en 1935, se destaca que en esa franja “se destruyeron: 1) el peso moneda nacional, 2) el peso ley 18.188. 3) el peso argentino, 4) el austral y 5) éste, que está agonizando. Un peso actual es igual a 10.000.000.000.000 de pesos moneda nacional, es decir, 10 billones de pesos moneda nacional”.
Y se compara la inflación de esos años con las de otros países: Estados Unidos tuvo una inflación promedio anual del 3,5%, o sea que la de la Argentina fue 15 veces más grande por año, y la acumulada en esos 83 años fue del 1.732%; en Canadá fue similar, 1.740%; y en Irlanda 6.134%, según la serie de datos del Bank for International Settlements (BIS).
La semana que viene el Indec dará a conocer el Índice de Precios al Consumidor de mayo. Como detalló Infobae ayer, para las consultoras la inflación de ese mes estuvo debajo del 2%, pero advierten que habrá una aceleración en los próximos meses por el impacto de la pandemia. Una gota más en el histórico océano trillonario del mayor drama de la economía argentina.
Fuente: Rosario Finanzas