La pandemia puso dramáticamente en evidencia lo que ya sabíamos. Lo que había
que hacer antes es lo mismo que habrá que hacer en la pospandemia. La crisis que
se está viviendo dará un impulso adicional para lograr los objetivos
postergados, pero la agenda es la misma. No habrá ni un país ni un mundo nuevo.
Hace muchos años que Argentina no crece, desde bastante antes de esta recesión inducida a la que obligó el coronavirus. No hacía falta una pandemia para conocer la existencia de sectores sociales vulnerables y de los riesgos de todo tipo que hay en los barrios con carencias. Tampoco el desequilibrio demográfico que exhibe el país, que se agrava desde hace décadas.
Tal vez la única novedad es el grado de coordinación para enfrentar la pandemia que hubo entre gobiernos de distinto origen político. En otros países federales como Estados Unidos y Brasil se observaron fuertes conflictos en torno a las medidas a adoptar entre la administración central y las subnacionales. Eso no ocurrió en Argentina, donde se observó mucha cooperación entre mandatarios de distinto color político. Si la respuesta a la pandemia resulta satisfactoria, será un incentivo a la búsqueda de acuerdos frente a otros desafíos porque se habrá demostrado que sirven.
En este contexto, será clave dejar de describir situaciones que todos
conocen, repetir hasta el hartazgo lugares comunes y pasar a la acción. Se
tendrá que trabajar sobre temas concretos. Por ejemplo, un tema fundamental es
que todos los sectores se comprometan con la idea de tener un tipo de cambio
alto y estable. Será fundamental para recuperar los empleos que se pierdan en
esta etapa, le dará impulso a los sectores transables que generan los dólares
que necesita el país y generará, junto a medidas de ´promoción específicas,
oportunidades de negocios en todo el país, sin las cuales es impensable
descomprimir el AMBA. Establecer reglas de juego perdurables para algunos
sectores como la energía y las industrias del conocimiento también podrían
formar parte de un acuerdo.
Habrá muchos temas que serán motivo de debate en la pospandemia en la que cada
fuerza política dará su visión, pero hay otros en que es posible lograr
consensos que, en esta etapa, demostraron que sirven.
Fuente: El Economista