Si bien la pandemia no afectó sustancialmente la trilla y logística de granos, los problemas de transporte al inicio de la cuarentena fueron resueltos e incluso los rendimientos esperados son similares a los de la campaña anterior: 3 de cada 4 productores esperan tener resultados económicos peores debido a la baja en los precios internacionales y los derechos de exportación incrementados en la Argentina.

El Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral dio a conocer los nuevos resultados del Ag Barometer Austral, un índice de confianza del productor argentino. El Índice confirma el nivel de pesimismo actual de los productores, luego de la marcada caída que venía mostrando en las últimas ediciones. El índice de confianza total está en un valor de 52, igual al valor mostrado en enero, el piso de la serie.

El ánimo del campo sigue en baja

La crisis del COVID-19 parece haber hecho cambiar de planes a los productores, ya que el 64% plantea postergación de inversiones y restricción de gastos, en tanto 28% sugiere que las decisiones de inversión y gasto no se verán afectadas. Sólo un 9% de los productores ve una oportunidad en medio de la pandemia y, dentro de estas oportunidades, 28% identifica ventajas crediticias, 25% promociones en insumos y 31% otras oportunidades de negocios.


Por su parte, el Índice de Condiciones presentes (que incluye la situación financiera actual comparada con la de un año atrás, y la oportunidad para realizar inversiones en activos fijos) se recupera levemente respecto al mínimo histórico de enero 2020, aunque sigue muy negativo con un valor de 50: El 58 % de los productores piensa que están peor financieramente, y sólo 27% de los productores considera que es un buen momento para realizar inversiones.

El Índice de Expectativas Futuras es el que más dramáticamente ha caído desde su máximo en julio 2019, y es altamente preocupante, ya que desde los comienzos de la medición siempre había sido positivo (mayor a 100), aun cuando el Índice Presente fuera negativo. Esto no se ha logrado recuperar en esta edición: alcanza los valores mínimos de la serie con un valor de 54 (notoriamente por debajo de 100, que representa el nivel de neutralidad).

Por su parte, el 82% de los productores indica que el funcionamiento habitual de trilla y logística en sus zonas no ha cambiado sustancialmente y se ha movido con normalidad. Y con respecto al 18% que ha indicado que la actividad sí se ha visto afectada, 42% indica que esto obedeció a restricciones menores en el transporte al inicio de la cuarentena, que ya fueron resueltas y, al momento, operan con normalidad. El 22% tuvo que ver con dificultades para conseguir maquinaria y contratistas y un 15% indicó que no dejaron enviar carga a puerto desde su zona.

Respecto rindes, los productores no han visto grandes variaciones: 47% indica que los rindes serán los de un año promedio, 25% indica que tendrá rindes algo o considerablemente mejores y 28% algo o considerablemente peores.

En términos de resultados, la visión es mucho más negativa. El 70% de los productores señala un resultado peor o mucho peor en relación a la campaña pasada. Sólo 8% de los productores indica que el resultado será mejor que el del año previo.

Producción de granos y ventas

El 28% de los productores indica que deberán vender más del 80% de su producción de granos antes de julio, a fin de cubrir sus compromisos de cosecha. Un 32% de los productores plantea que necesitará vender menos de la mitad, en tanto 40% venderá entre 50% y 80% de lo producido.

El 56% de los productores planea usar el excedente de producción para comprar insumos, en tanto que un 30% manifiesta que lo almacenará sin precio fijo. Sólo un 12% plantea hacer inversiones en capital físico, mientras que es marginal el porcentaje de productores que pretende fijar precio con futuro o hacer compraventa de dólares.

Finalmente, el 93% de los productores prevé que los alquileres estarán en niveles similares o algo inferiores en la próxima campaña.