Esto nos permite identificar el costo futuro que tendremos y con ello nos da la oportunidad de analizar alternativas para disminuirlos o diferirlos para finalmente organizar la mejor manera de realizar su pago.
Recordemos que la Planificación Fiscal es integral y dinámica, integral porque atraviesa todas las áreas de las empresas, interactuando de manera permanente al considerar el efectos de los impuestos por las decisiones que se tomen, como puede ser el caso de producir en una provincia diferente, el contrato que convenga para que nos vinculemos en la producción o el uso de créditos pendientes para cancelar obligaciones. En estos ejemplos sencillos y cotidianos se vincularon aspectos productivo, legales y financieros, sólo por mencionar algunas. La dinámica de la Planificación viene de la mano de las variables productivas propias de la actividad, de los mercados, de la economía y por supuesto, las fiscales originadas en los cambios permanentes de normas y resolución que nos afectan.
Cuando hablamos de la dinámica de planificar, podemos analizar el caso del avance del impuesto a las ganancias sobre la renta de las empresas unipersonales. Recordemos que esta figura tributaria permitió durante muchos años a los productores acceder a una escala progresiva del impuesto y deducciones, que las sociedades de capital no podían, siendo las unipersonales, figuras más económicas desde el punto de vista fiscal legal y administrativo. Hoy en día esta figura tiende a mutar hacia estructuras diferentes que permiten acceder a menores costos fiscales.
El deterioro de la renta unipersonal
A continuación se analiza el efecto del avance del impuesto a las ganancias en el caso de estas empresas, a través del comparativo de las escala máxima a partir de la cual se comienza a tributar el 35%, con los respectivos precios promedios anuales de soja y maíz.
En el año 2001, para llegar al monto de la escala máxima del impuesto ($ 120.000) se debían vender 660 TN de Soja, lo que representaba 22 camiones y el resultado de producción de 244 has considerando los rindes promedios de la provincia de Córdoba, en tanto para el año 2019, para llegar al monto de la escala máxima del impuesto ($ 528.638) se debían vender 51 TN de Soja, lo que representaba 1,7 camiones y el resultado de producción de 19 has.
En tanto que para el caso del Maíz, en el 2001 para el mismo análisis, se debían vender 1.264 TN de Maíz, lo que equivalía a 42 camiones y el resultado de producción de 180 has con los rindes promedios, en tanto que para el año 2019, se debían vender 85 TN de Maíz, lo que representaba 2,8 camiones y el resultado de producción de 12 has.
Con estos números, queda en evidencia que el avance del impuesto sobre los resultados de la actividad, ocurre como consecuencia de la falta de actualización de la escala del impuesto a las ganancias durante años. Esto ocasionó que ante los mismos resultados, se pague más impuesto a lo largo de estos años, avanzando de manera alarmante el Estado sobre las ganancias de las empresas unipersonales.
Durante años se distrajo la discusión con ajustes en las deducciones personales y no en lo que era realmente importante: ajustar la escala del impuesto. Esta situación no sólo perjudicó a las empresas unipersonales sino también a todos los trabajadores en relación de dependencia que pasaron a estar alcanzados por este impuesto.
Para los productores unipersonales, como alternativas a esta situación, deberán evaluar el cambio de figura tributaria que realiza la actividad, pasar a realizarla mediante sociedades vinculadas pudiendo ser SA, SRL o SAS, lo que permitirá beneficiarse con una menor tasa del impuesto, poder computar los gastos por sus sueldos y establecer una fecha de cierre acorde a su ciclo productivo a fin de evitar pagar impuestos sobre tenencias, sólo por mencionar algunas.
Lo que no se debe dejar de analizar son las consecuencias que pueden ocasionar estos cambios, siempre teniendo una mirada integral sobre todos los aspectos de la empresa, desde lo financiero, legal y administrativo a fin de que podamos seguir produciendo con una menor participación del Estado en las ganancias de nuestras empresas.
A la espera de una cuarentena Fiscal
Finalmente una cuestión de actualidad, en momentos que parece que el País va
rumbo a un párate total de actividades, en razón de las medidas tomadas por el
Coronavirus, los Contadores estamos a la espera que por parte de AFIP se tomen
medidas que sean consecuentes con la situación que se está viviendo. Dentro de
estas cuestiones el Fisco debe declarar una feria fiscal de manera excepcional,
diferir la presentación y el cobro de las obligaciones que operen en el mes y
extender el plazo de adhesión a la moratoria vigente. Estas medidas serían tener
una sensibilidad para con sus contribuyentes, contadores y empleados del
organismo.
Por Lic. Mariano Echegaray Ferrer – Echegaray Ferrer Consultores Asociados
Fuente: Agroeducación