El dirigente comenzó por dejar en claro que no se trata de carne "quienes proponen este producto prefieren llamarlo carne artificial y no músculo artificial o incluso proteínas artificiales musculares que sería, realmente, el término preciso. Al comportarse de esta manera reconocen que el término carne responde a valores positivos que muchos conocemos, como alto valor nutritivo, alta aceptación popular, que es un producto ampliamente consumido de distintas maneras a lo largo y ancho del mundo".
En este punto, Grigera Naón remarcó que la llamada carne artificial "es tejido muscular, e incluso esto es debatible, y no es carne", y recordó que un corte de carne animal demanda tres años de trabajo mientras que este nuevo producto sólo requiere unas pocas semanas de elaboración.
"Usar el término carne para otro producto que la imita es falso y lleva a la confusión del consumidor. Es vender un producto bajo el nombre de otro y esto debe ser reflejado claramente en un eventual etiquetado", señaló el técnico y planteó que se está solicitando que estas definiciones sean incluidas en las resoluciones de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), la Oficina Permanente de la Carne y que se incluyan en el codex alimentario nacional e internacional.
El especialista detalló que este producto se obtiene "extrayendo tejido muscular o células madres de un bovino, se lo lleva a un gran biorreactor donde se acelera el proceso, y así se llega a células que se van agregando y al producto definitivo".
Para acelerar el proceso se utiliza una gran cantidad de nutrientes de origen químico para que las células crezcan a una alta velocidad, "el tema es que estos nutrientes provienen de la industria química, entonces si pensamos que llegamos al producto carne, tal cual lo conocemos, este producto no sería aceptado por la Unión Europea, porque una de las condiciones de la Unión Europea es que las producciones deben ser sin el uso de promotores de crecimiento, que por eso están prohibidos en la República Argentina".
En cuanto al nivel de aceptación que tiene este nuevo producto, en base a un estudio realizado en Estados Unidos, Grigera Naón comentó que "los menores de 40 años están dispuestos a probarlo, lo que no quiere decir aceptarlo", y en Argentina un 17 por ciento de los jóvenes hasta los 24 a 25 años están dispuestos a probarlo.
Para finalizar, el secretario de la SRA enfatizó que "el desafío de este producto es imitar a la carne y también usar el término carne, también utilizar el término calidad, percepción sensorial, a un precio razonable, que tiene que ser aceptado por los consumidores. En este marco se quiere convencer al público que lleva beneficios sensoriales, de seguridad alimentaria, saludables y de preservación del medio ambiente, cosas que al momento de hoy son inciertas".
Segunda Jornada
Las actividades por la Semana de la Carne comenzaron durante la mañana de este jueves con un primer bloque que incluyó un análisis de la "Situación de los mercados de la carne vacuna y acciones de la República Argentina".
El primer tema estuvo a cargo de Fernando Vilella, quien disertó sobre "Marco general: situación de los mercados de proteínas animales". A continuación, Agustina Scarano, del IPCVA (Instituto de la Promoción de la Carne Vacuna Argentina) habló sobre "Estrategias de promoción según los mercados: China, Rusia, Estados Unidos, Japón, Unión Europea y futuros como Corea del Sur".
También, Adrián Biffareti, del IPCVA, disertó sobre "Tipos y estratificación de consumidores, preferencias de distintas generaciones", en tanto que la "Visión del sector exportador" fue analizada en una mesa integrada por Fernando Herrera (APEA), Mario Ravettino (ABC) y Jorge Torelli (Única), coordinados por el periodista Héctor Huergo.
El cierre de la etapa matutina de la jornada estuvo dedicado a analizar la "Agenda del Campo", tarea que corrió por cuenta de la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias.