El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) informa que todas las medidas que se aplican para prevenir o controlar la anemia infecciosa equina (AIE) se concentran en la detección de equinos portadores mediante el test diagnóstico de laboratorio y la posterior eliminación del animal.
Por lo que si se detecta un equino positivo, se deberá proceder a su eliminación por medio del sacrificio sanitario o envío a faena, de este modo se evitará que otros caballos del rodeo sean contagiados.
Detectada la enfermedad, el propietario o tenedor del caballo debe denunciar el caso positivo al virus de la AIE, a un veterinario oficial del Senasa, quien se presentará en el establecimiento y prohibirá el ingreso y egreso de equinos del campo; eliminará el animal positivo y finalmente realizará el correspondiente saneamiento sanitario del lugar.
Cabe destacar que esta enfermedad no es una zoonosis, ya que no se transmite al ser humano; que frecuentemente el animal infectado no manifiesta estar enfermo; que no se transmite de manera directa entre equinos; y que un caballo sano se infecta por el ingreso del virus mediante tábanos o por el uso indebido de material contaminado con sangre infectada (agujas, jeringas, frenos, espolines o cualquier otro objeto que transmita sangre infectada).
El asesoramiento técnico profesional privado y la aplicación responsable de las medidas sanitarias, son aspectos imprescindibles para que el proceso de seguimiento y control se desarrolle satisfactoriamente.
Es así que en el marco de la campaña de prevención de esta enfermedad “Tomemos las riendas”, el Senasa recomienda al propietario o tenedor de equinos que realice, al menos dos veces al año, la prueba de laboratorio para detectar AIE y que no ingrese equinos a su establecimiento que no porten un certificado de diagnóstico negativo a dicha enfermedad.