Siguen aún pendientes de cosechar 420 mil ha de soja. El año pasado para esta misma fecha restaban menos de 90 mil a pesar de que se habían sembrado 110 mil hectáreas más que en este ciclo. El problema es que se avanza muy lento: las altas condiciones de humedad —días con más de 80% de humedad relativa— limitan las posibilidades de trabajar.
La cosecha es una gran complejidad
Desde que se recomenzaron las labores, hace casi dos semanas, solo se pudo cosechar 135 mil ha. “El rocío recién cede a las 11:00 de la mañana, se entra dónde se puede pero apenas se puede trabajar con las máquinas más de 4 horas”, explican los ingenieros de Chaco.
La humedad de la mercadería que sale no baja de 15 a 16 %. “Es casi obligatorio embolsar la cosecha, no hay posibilidades de trasladarla, los caminos están destruidos”, se afirma en el área.
Otro problema es la escasez de máquinas en la zona, lo que disparó el precio de las labores de cosecha duplicándolos en algunos casos.
Aparte de la complejidad y el impacto que significa para los cuadros cosechar así, los tallos están tan mojados que no se logra cortarlos y se atasca. “Hay que trabajar mucho más lento, pero así y con todos los cuidados las pérdidas en la recolección se disparan”.
A esto se suman las pérdidas por dehiscencia y dañado. Cada semana que pasa aumenta el número de chauchas que se van abriendo y los granos hinchados, brotados y manchados. Las temperaturas siguen altas por la influencia del aire caliente y húmedo que llega desde Brasil. Las condiciones siguen predisponiendo el brotado. Esto varía mucho en función de la variedad, “en un año así se revelan cómo funciona cada material en condiciones extremas”. De todas maneras, el paisaje de Chaco hoy está poblado de lotes de soja que tienen un aspecto desolador.
Hay productores que han cosechado lotes que, tras los análisis, la mercadería muestra un grado de descuento muy importante. “El saldo no deja recursos para afrontar pagos”, explican.
Incluso en los lotes que no tienen historial de problemas de excesos hídricos, si bien no muestran encharcamientos, la napa está muy alta y la cosecha es muy trabada. Ni en esos casos hay caminos rurales utilizables”.
Tambien hay otra problemática, la invasión de verdín a los lotes obliga a tener que aplicar un desecante antes de la cosecha.
Es el ciclo más húmedo de los últimos 30 años de Chaco
Desde que comenzó el año, Chaco se destaca por tener la mayor área de anomalías de lluvias de Argentina. Sin dudas, es la provincia en la que más han impactado los temporales de lluvias que se sucedieron sin treguas. Y en ella, Las Breñas, la localidad más golpeada.
En Las Breñas, desde el 1ro de enero al 24 de mayo, lo normal hubiese sido
que las lluvias acumulen unos 570 mm. Pero este año se aleja más que nunca de
ese valor, recibió 1.321 mm en 52 lluvias. Es el máximo valor en un registro de
30 años de pluviometría. En poco menos de 150 días recibió las lluvias de casi
un año y medio. Para encontrar el valor que le sigue hay que retroceder a 1974,
cuando las lluvias acumularon para el mismo periodo 993 mm.
Todo esto se refleja en el mapa de anomalías de lluvias del centro y norte de Argentina. La anomalía cubre a toda la provincia y la destaca por sobre las demás: Chaco ha sufrido el ciclo más húmedo de los últimos 30 años.
En el mapa de anomalía, el % se refiere a la probabilidad de encontrar un dato menor que el registrado en los últimos 30 años.