La caída del precio de la soja afectó la economía de los farmers, recibiendo una ayuda monetaria por parte del estado con el fin de aminorar las pérdidas, lo que cambió la intención de siembra de cara a la próxima campaña. En los primeros datos recabados por el mercado, se estimaba una caída en el área a sembrar de 3 millones de hectáreas, lo que conllevaría a una baja productiva de 16 millones de toneladas (lo que representa el 15% en la producción). Ya acercándonos a la siembra, la caída del área fue perdiendo peso. En el último Outlook Forum, el dato de siembra de soja fue estimado en 34,4 millones de hectáreas, lo que representaba una caída de 1,7 mill.ha. Finalmente, el dato arrojado por el USDA fue de 34,2 mill.ha. El dato estuvo 2 mill.ha por debajo del año pasado, e incluso, fue inferior a las últimas estimaciones de los analistas.
Mucho se especuló con el destino del área cuyo destino en la próxima campaña no será de soja. Gran parte del área, se destinará a maíz. La incertidumbre del mercado se hallaba en la cantidad exacta, y fue fluctuando a la par de las estimaciones de soja. El dato informado estuvo por encima de las estimaciones del mercado en aproximadamente 600.000 hécteras, generando una presión en el precio del cereal, aunque no fue el de mayor tenacidad.
Pero este no ha sido el factor de mayor peso en la caída del maíz sufrida el viernes. La otra información provista por el USDA, arrojó datos de stocks trimestrales en Estados Unidos. La cosecha gruesa norteamericana dejó rindes altísimos reflejados en la producción final. Por primera vez desde el 2013, los stocks mostraron una caída en el mes de marzo, con respeto al mismo periodo el año anterior. Lo que debió ser una noticia alcista para el serial, terminó hundiéndolo al encontrarse casi 7 mill.tt por encima a lo esperado por el mercado, cortando el incremento que se venía observando en los consumos en las últimas campañas.
Para la soja, por su parte, los stocks al 1 de marzo se vieron incrementados notablemente en comparación con el año pasado, en un contexto afectado por la guerra comercial, y el exceso de mercadería en Estados Unidos. Un volumen importante fue consumido de manera interna, resultando de todas maneras con un aumento interanual de los stocks por encima de as 16 millones de toneladas.
Nuestro mercado no estuvo ajeno a los movimientos internacionales de precio, copiando las bajas de ambos productos. Además, debemos sumarle la presión de cosecha local, más aún cuando nos encontramos en presencia de una campaña con rindes históricos en maíz y en víspera de una muy buena producción sojera, de no mediar algún inconveniente climático en el corto plazo, lo cual no parece probable.
Desde FyO, recomendamos no realizar ventas de soja con precios deprimidos por la presión de cosecha y un contexto internacional desfavorable. Por necesidades financieras, podríamos esperar un repunte en los precios del maíz para realizar ventas, de la mano de problemas climáticos en Estados Unidos, previos a la siembra. Como se estuvo observando en los últimos días, vemos zonas anegadas por inundaciones y excesos hídricos, pudiendo demorar la siembra maicera y dándole soporte a los precios. También debemos tener en cuenta, que los fondos muestran una posición vendida muy fuerte en maíz, y en el caso de revertir la situación, podríamos ver un recupero en el cereal en Chicago.
Por Equipo de Análisis de Mercados de FyO
Fuente: Centro de Gestión Agropecuaria