Después de la reunión del G-20 a fines de noviembre, la semana pasada China
por primera vez en seis meses compró 3 millones de toneladas de soja
norteamericana y hay rumores de que planea una tercera ronda de compras en los
próximos días por un volumen adicional de 2 millones de toneladas.
Suponiendo que esas compras se materializaran, los 5 millones de toneladas
están muy por debajo del ritmo que se necesita para compensar un escenario muy
pesado de oferta tanto en Estados Unidos como en el mundo. De hecho, si China
completara las compras anunciadas, las ventas totales no llegarían ni al 25% del
volumen que había adquirido el año pasado desde el inicio de la campaña y hasta
diciembre.
Desde el lado de la oferta, los productores en Brasil ya comenzaron a
cosechar y algunas zonas mejoraron sus perspectivas gracias a las recientes
lluvias. Por el contrario, en Argentina la siembra de soja fue la más afectada
por el exceso de lluvias aunque por el momento se mantienen las proyecciones
rondando los 50 millones de toneladas.
Los precios reflejaron la decepción del mercado, ya que tras la suba de más
de u$s 10 que prosiguió a la reunión del G-20 cayeron un 3,5% desde los u$s 339
que fue el valor más alto ese día hasta los u$s 325 actuales. Los precios
locales también mostraron una caída del 5% para la soja disponible y del 2,5%
para la cosecha nueva.
Es por esto que remarcamos la necesidad de ir pensando en coberturas que
permitan fijar precios mínimos a la venta de la soja en cosecha, ante la
posibilidad de que los valores se muevan más al compás de la oferta que de la
demanda. Luego, el mercado puede darnos otras chances, ya sea por la volatilidad
creciente que puede generar el clima en Sudamérica o bien por las intenciones de
siembra de los productores norteamericanos.
En el plano local, el foco estuvo puesto en el trigo, que en plena cosecha
mostró subas del 13%. Si bien las posiciones diferidas también subieron lo
hicieron en menor proporción y las tasas implícitas ahora quedaron a favor de la
venta disponible.
Lo que explica en parte esta suba es la gran cantidad de embarques que la
exportación tiene programados de acá a un mes, con volúmenes mayores a los de
años anteriores y frente a una exportación que si bien llegó muy comprada a
cosecha, no tiene suficientes stocks como para poder hacer frente a sus
compromisos.
Además, no se materializó el aluvión de ventas que se esperaba ya que una
parte de los vendedores ha decidido guardar su producción para obtener más
adelante un mejor precio por calidad y por otro lado, tras varias jornadas
seguidas con mejoras en los precios, los productores postergan sus decisiones.
Si bien en los últimos días se frenó la tendencia alcista, los valores siguen siendo más que atractivos y hay que aprovechar este veranito de precios. Se pueden vender forwards en niveles cercanos a los u$s 205 o bien se puede comprar un PUT con vencimiento en marzo de strike u$s 197 pagando u$s 4 para alcanzar un precio mínimo de u$s 193 pero nos da la chance de vender a un precio más alto si el mercado mantuviera las mejoras.
Por Daniela Reale – Analista de Mercados en BLD S.A
Fuente: Centro de Gestión Agropecuaria