Es así como durante la semana anterior se replicó un grado de volatilidad
superior al habitual, básicamente durante las primeras tres jornadas. Cabe
destacar que la soja es el commodity agrícola más susceptible a la disputa
comercial, siendo que involucra de lleno a los dos actores centrales en este
mercado. Mientras que el gigante asiático es el importador número uno con un
share del 65%, EE.UU. continúa liderando el podio como productor mundial y ocupa
el segundo puesto como exportador detrás de Brasil.
Finalmente el encuentro se concretó este sábado durante la cumbre del G-20 en
Argentina, predominando un tono más conciliador entre Donald Trump y su par Xi
Jinping. Un aspecto a señalar es que hubo consenso en detener los aranceles
adicionales que estaban previstos a aplicarse a partir del 1 de enero por un
monto cercano a los U$S 200.000 millones y, simultáneamente, acordar una
“tregua” comercial por un plazo de 90 días. La fecha límite sólo fue indicada
por EE.UU. y recae apenas unos días antes de la reunión anual del parlamento
chino, estimándose para la primera semana de marzo, un momento políticamente
delicado para Pekín.
Como contrapartida, la nación asiática se compromete a retornar al mercado
estadounidense para la compra sus productos agrícolas (aunque no se
especificaron montos) a los que se suman otros bienes industriales y
energéticos. Lo cierto es que para el cumplimiento de este punto es
indispensable la eliminación (o reducción significativa) del arancel del 25%, de
la que sólo está exenta la agencia estatal Sinograin. De concretarse, la balanza
comercial se inclinaría más favorablemente para EE.UU. con un déficit más
controlado, uno de los propósitos centrales de Trump.
En este contexto, los importadores privados se hicieron cada vez más
dependientes del mercado sudamericano, más precisamente de Brasil que se
convirtió en el principal proveedor. Tomando los datos de la Secretaría de
Comercio Exterior (SECEX) del país vecino, el 95% de la soja que ingresó a
territorio chino en el transcurso de octubre provenía de Brasil, con 6,53
mill.tn. (vs. 3,38 mill.tn. del año pasado en igual período). El 5% restante es
explicado por Uruguay con 127.600 tn; Rusia con 92.800 tn; EE.UU. con 66.900 tn.
y finalmente nuestro país con 33.200 tn. Esta dependencia asiática en la
producción brasileña implicó un incremento anual de poco más de 10 mill.tn. en
las exportaciones acumuladas en el período enero - octubre.
La cumbre del G-20 también trajo novedades en el ámbito local, con la ya
citada agencia estatal china, Sinograin, que prevé aumentar entre 2 y 3 mill.tn.
las importaciones de poroto de origen argentino y unas 300.000 - 400.000 tn.
adicionales de aceite. No obstante, la esperanza estaba puesta en la colocación
de harinas en el mercado chino, debido a sus elevadas necesidades forrajeras que
derivan en una sólida demanda de proteínas para abastecer su industria porcina.
Apuntando a la campaña 18/19, la siembra está a casi mitad de camino, con las
máquinas sembradoras retornando a los campos luego de las sucesivas lluvias. En
un breve período de tiempo, aparecieron en escena lotes con ligeros anegamientos
y saturación de perfiles en las regiones del centro de Santa Fe, este de Córdoba
y algunas localidades del centro - norte de Buenos Aires. Las condiciones
ambientales se tornaron más secas y abren paso a la incorporación de lotes
tardíos y de segunda ocupación.
Por Eugenio Irazuegui; Analista de mercados – Responsable de Research de ZENI
Fuente: Centro de Gestión Agropecuaria