La industria siderúrgica muestra hoy dos caras contrapuestas frente a una
coyuntura compleja. Y mucho más en cuanto a las perspectivas para 2019.
La industria de la construcción desaceleró su ritmo, tras un sprint inicial que
se frenó en abril a partir de la decisión gubernamental de pisar el presupuesto
para nuevas obras públicas (reducción de $ 30.000 millones en 2018). Se trata de
un sector clave para la demanda de aceros largos y hierro redondo. La menor
producción automotriz por la escasa mejora de Brasil y la caída del poder
adquisitivo en el mercado interno, sumada al desplome de la demanda de
maquinaria agrícola por la sequía y electrodomésticos de línea blanca que no
arrancan, fueron malas noticias para los fabricantes de aceros planos.
En el marco del Foro Ejecutivo del Acero, en el marco de la 22° Conferencia
del Acero IAS 2018 en Rosario, El Cronista dialogó con los CEO de tres de las
principales compañías de la industria siderúrgica argentina.
"Lo que pasó a mitad de año, subida de tasas de interés, crisis financiera, sequía en el campo, marcó la actividad por consumo de acero", señaló Martín Berardi, Presidente Ejecutivo de Ternium Argentina, principal fabricante de acero de América latina.
Luego de los comicios de medio término, la Casa Rosada aspira a concretar el
interés creciente que hay en Vaca Muerta, pero sin mayores expectativas en el
plano comercial
El ejecutivo destacó que en el sector "hay un efecto de inventarios importante
en los productos planos, que en el corto plazo tienen gran impacto". No
obstante, hacia adelante espera "una mejora por el lado del sector agropecuario
y el sector energético, que sigue invirtiendo fuerte". Además, recalcó que "es
muy importante que arranquen las PPP" para que continúe la obra pública. "Si
estos tres factores se dan, la economía va a dar señales positivas el año que
viene", enfatizó.
El brasileño Marcelo Marino Pena Luz, director ejecutivo general y CEO de
Acindar, fabricante de aceros para la construcción y la industria del grupo
indio ArcelorMittal, consideró que el nivel de las tasas de interés encareció el
crédito y la gente deja de construir. Sin embargo, "como el costo de la
construcción está más competitivo (en dólares), esperamos que con algún ajuste
de la tasa de interés a la baja, esto incentive la construcción.
En este contexto, Marino apuesta a una recuperación de la demanda del sector
metalmecánica, que todavía no se ve en el horizonte. Frente a esto la estrategia
de la compañía es optimizar su perfil exportador, para aprovechar la mejora de
competividad cambiaria.
"Para mantener el nivel de operaciones hay que compensar las fluctuaciones del
mercado doméstico con exportaciones", afirmó Marcelo Marino. Así, "voy a tener
una empresa mucho más estable y eso es bueno porque genera mucho más valor para
la empresa y para el país", indicó.
En la misma línea, Berardi estimó que "el tipo de cambio hoy está más en
equilibrio con nuestros socios comerciales" y eso hace que el esfuerzo de
exportación pueda ser sustentable. "Ésta es la primera vez que el costo de
agregar valor en Argentina es similar al costo de agregar valor en Brasil",
consideró y lo mismo ocurre, en su opinión, con el costo de mano de obra
industrial comparando el centro industrial de San Pablo con el cordón industrial
de Buenos Aires- Rosario.
En cuanto al mercado interno, Martínez Álvarez de Tenaris lo ve "robusto y
creciente a lo largo del 2019, en especial en gas, aunque estamos viendo también
un switch hacia petróleo", resaltó.
Para Berardi el escenario base de 2019 es "bastante parecido al actual en
promedio, pero con un primer semestre más flat y levantando en el segundo
semestre", traccionado en parte por una mayor demanda automotriz de Brasil. Sin
embargo, en un año electoral puede jugar la política. " Si la visión es de un
cambio de paradigma es complicado, pero si la visión es de continuidad, es otro
escenario", explicó.
"El 2019 va a estar por debajo de 2018 por el nivel de las tasas de interés y
además la reducción de la obra pública por el ajuste fiscal", sintetizó, por su
parte, el CEO de Acindar, Marcelo Marino. En cuanto a la producción, dijo,
"vemos un 2019 un poco más difícil que este año".
"Si anualizamos el segundo semestre de este año, que en caso de productos largos tiene la mayor chance en el escenario base, tenemos un consumo más bajo que el promedio de los doce meses anteriores", precisó. El 2017 cerró con un consumo aparente de 1,6 millón de toneladas, mientras este año podría llegar a 1,8 millón y se proyectan 1,7 millón de toneladas el año próximo.