Máximo Costamagna, gerente Comercial de la empresa cordobesa La Maluca, le explicó a Clarín Rural cómo fue la experiencia de participar en la Sial de París, la cual se desarrolló recientemente en busca de nuevos mercados para su producción de la legumbre que comercializan bajo la marca de “Maluca Food”.
“La experiencia es muy enriquecedora como siempre, ayuda a abrir la cabeza y buscar opciones para intentar llevar a cabo. Nosotros fuimos principalmente en búsqueda de mercado para nuestro garbanzo. Lamentablemente está muy complicada la situación ya que el mundo tuvo buenas producciones del mismo y hoy la oferta es mayor a la demanda por lo que el precio baja, y bajó bastante”, resaltó.
Tras recibir dicha respuesta, el medio de noticias le consultó a Adrián Poletti, consultor agropecuario y especialista en legumbres, para obtener a cambio números concretos sobre la situación que describió Costamagna.
De esta manera, Poletti explicó que el valor por tonelada de garbanzo varía entre U$S 550 a $S 600 FOB, dependiendo la calidad del cultivo. De este valor, al productor le quedan “con suerte” U$S 300 por tonelada. “A este precio no es rentable”, alertó. “Se comenzó a sembrar con la idea de que ronde los U$S 450 a U$S 500”, agregó.
Cabe destacar que previo a que comience la implantación del cultivo, los valores FOB oscilaban entre U$S 800 a U$S 1.000 por tonelada. El principal motivo de esta baja en el valor del garbanzo es la sobreoferta en el hemisferio norte “que a tardar unos cuantos meses en digerirse”.
Poletti estimó que la producción a nivel mundial de garbanzo en esta campaña sería de 2,8 millones de toneladas y quedarían para comercializar entre países alrededor de 1,1 millones de toneladas. En este contexto, la producción de Argentina estaría con 160.000 toneladas y casi su totalidad se exporta.
“Con estas retenciones se hace inviable. Se está tratando que el Gobierno entienda que va a multiplicar por cero. El precio no favorece y las retenciones potencian la baja en la cotización”, advirtió.
Lamentablemente, no solo ha caído el valor de la legumbre, sino también hay que agregar las condiciones climáticas adversas que venía sufriendo en Córdoba, principal provincia productora de la legumbre, que si bien ha llovido en varias zonas en estos últimos dos días, la falta de agua venía golpeando a la legumbre.