Mientras los productores se encuentran en plena siembra del maíz de primera, ya están palpitando lo que será una nueva campaña de soja que se aproxima. Con números más ajustados, luego del cambio en las reglas de juego (tributa alrededor de 30% de retenciones), ajustar el manejo sanitario es clave para no dejar kilos en el camino.
“Un cultivo debe iniciarse con una semilla de buena calidad para luego recorrer todo el período vegetativo y llegar al reproductivo con un stand de plantas uniforme”, comenzó explicando Lucrecia Couretot, especialista en manejo de enfermedades en cultivos extensivos y Protección vegetal del INTA Pergamino, quien fue una de las disertantes de la jornada “Workshop Conectados” realizada por Syngenta recientemente.
En este sentido, aseguró que el productor está muy focalizado en este período en cuidar la sanidad del cultivo de trigo, pero destacó que no hay que olvidarse de analizar cómo está la semilla de soja que tiene pensado sembrar.
“Lo que hay que estar muy seguro es el tipo de producto a utilizar porque este año la semilla tiene mucho daño ambiental por lo que fue la cosecha anterior. El llenado de grano había sido con elevadas temperaturas, estrés hídrico, y eso hizo que la semilla tenga abolladuras, fracturas en los cotiledones y en las radículas y que hayan semillas verdes y semillas duras”, describió.
Según evaluó la fitopatóloga, dentro de las enfermedades de la semilla, fusarium y phomopsis afectan el poder germinativo de la misma y pueden provocar pérdidas de rinde de 5% a 10%.
A su vez, indicó, están los patógenos del suelo, que también van a afectar a la semilla y a las plántulas en la etapa de implantación del cultivo.
”Si se hace la siembra temprana hay que hacer controles para Pythium y Phytophthora. Hoy las mezclas que hay en el mercado tienen complementariedad y cubren los patógenos tanto de la semilla como del suelo”, destacó.
Al mismo tiempo, apuntó que hay otras enfermedades que son causales de manchas foliares que no reducen la germinación pero sí se introducen enfermedades en lotes que estaban libres o introducen una raza más agresiva.
En este sentido, recogió el guante Margarita Sillón, directora en Centro de Sanidad de Cultivos, quien anticipó las precauciones para las principales enfermedades foliares.
Según la fitopatóloga, quien también participó del evento organizado por Syngenta, la principal característica en la evolución de las enfermedades de soja en los últimos años es que aquellas que se denominaban de fin de ciclo (EFC), cada vez son menos de fin de ciclo y aparecen en estados más tempranos, sobre todo en floración.
Para Sillón, la principal enfermedad para toda el área sojera en el país es la mancha marrón, ocasionada por Septoria glycines, que es un hongo que permanece en el rastrojo. “Cuando hay un salpicado importante por lluvias, germinan y las esporas van a las hojas que están más bajas para luego ir ascendiendo en el cultivo. Es polícíclica, lo que puede llegar a generar varios ciclos”, informó.
Esta enfermedad provoca desfoliación, ataca a las vainas y las pérdidas por van de 8% a 20% en el rinde de la oleaginosa, alertó Sillón.
Para su control, aseguró, las aplicaciones de fungicidas, con triples mezclas o con carboxamidas, aplicadas en R2, están dando buenos resultados.
Asimismo, la otra enfermedad característica de la zona central de Santa Fe, centro del país y Córdoba, es el tizón causado por Cercospora kikuchii, que genera pérdidas de hasta 30%. “Un ataque importante desfolia todo la parte superior del cultivo en plena floración lo que hace perder rinde del cultivo”, dijo.
Por otro lado, consideró que otra problemática a tener en cuenta en el NOA y también en Santa Fe, es la mancha anillada por Corynespora cassiicola.
Por último, hizo foco en en la soja de segunda, sobre todo a partir de marzo, ya que una enfermedad que para Sillón está siendo subestimada en Entre Ríos y Santa Fe, que es la roya de la soja, fundamentalmente este año que creció la superficie sembrada con trigo.
“En el 2016/17 hubo pérdidas de lote de hasta 40%. Esto no secedió en la última campaña porque que predominó la sequía”, finalizó.