El negocio del girasol en Argentina representa un valor bruto de 2 mil
millones de dólares, con una producción de 3,5 millones de toneladas. "Todavía
resta mucho por crecer teniendo en cuenta que en otras épocas se llegaron a
producir más de 5 millones de toneladas. El potencial es muy grande en el sur
bonaerense, una zona orientada a la exportación de aceite a granel", aseguró el
asesor económico Jorge Ingaramo durante los talleres que la Asociación Argentina
de Girasol (ASAGIR) realizó días atrás en Pehuajó y Carhué, al oeste de la
provincia de Buenos Aires.
"Estas actividades son un foro de intercambio enriquecedor para toda la
cadena de valor", destacó Guillermo Pozzi, presidente de ASAGIR, al referirse a
las reuniones en las que se desmenuzaron la actualidad de los mercados y las
claves para el manejo agronómico de este cultivo que abarcará 1,9 millones de
hectáreas a nivel nacional, según las proyecciones de la Bolsa de Cereales de
Buenos Aires para la próxima campaña.
Desde ASAGIR sostienen que el creciente entusiasmo por el cultivo se
mantendrá firme pese a la decisión del gobierno de cobrar 4 pesos por dólar
exportado, impuesto que con un tipo de cambio de 40 pesos equivale a una
retención superior al 11%. Tampoco creen que influirá la baja en los reintegros
a la exportación de harina (de 2,5 a 0,5%) y de productos industriales (2,5 a
0,75%).
"Este nuevo esquema afectará a todos los cultivos y al sector exportador por
igual. No es algo discriminatorio contra el girasol", señaló Ingaramo para
recordar que ya se sembró el 40% de la superficie proyectada y que, "por
ejemplo, en el Norte, el área se duplicó desde que se quitaron las retenciones y
alcanzará unas 720 mil hectáreas".
Sobre la actualidad del mercado, el economista detalló que la Unión Europea,
Rusia y Ucrania hicieron muy buenas campañas y hay un récord de stocks a nivel
mundial. "El mercado está sobreactuando la baja y este es el peor momento en
cuanto a precios. Pero con el paso de los meses iremos hacia valores
intermedios", reflexionó y acotó que "el mercado recién está empezando a
reorganizarse después de las medidas. Los últimos precios fueron de US$ 285 por
tonelada en Rosario y US$ 260 en el sur, tomando un FOB de aceite de US$ 710,
que todavía no refleja la caída del 5% del FOB de Ucrania".
Claves para mejorar el rinde
El manejo agronómico del cultivo en el Oeste fue el principal eje de los
talleres organizados por ASAGIR. Sobre sanidad, la patóloga Amelia "Baby"
Bertero se refirió a las complicaciones que pueden presentarse en la zona
caracterizada por suelos poco profundos, gran amplitud térmica y un nivel de
humedad muy variable entre años. La especialista destacó que con alta humedad y
bajas temperaturas las enfermedades que pueden aparecer son Downy mildew y
Albugo. En un escenario climático de poca humedad y temperaturas cálidas, Roya y
enfermedades de fin de ciclo.
Ante un panorama tan dinámico, la inquietud de los productores se basa mayoritariamente en cómo se puede conseguir una mayor estabilidad en los rendimientos. Allí Bertero hizo una distinción: mientras para la zona de Carhué recomendó la selección de híbridos rústicos y resistentes que cubran casi todos los frentes de enfermedades; para Pehuajó consideró que la opción más viable es "sembrar híbridos que pueden llegar a manifestar su potencial" por las mejores condiciones del suelo.
La especialista enfatizó sobre la importancia de preseleccionar los
materiales a sembrar en base a la red de evaluación de cultivares que lleva
adelante el INTA en conjunto con ASAGIR y que se puede visualizar en la página
web de la asociación. Facundo Quiroz es el técnico responsable de la Red en el
sur de Buenos Aires y La Pampa y destacó que de los ensayos de evaluación
participan todas las empresas semilleras. Los datos que surgen de ellos permiten
a los productores detectar cuál es el híbrido que mejor se adapta a las
condiciones de cada ambiente. La Red ha ido evolucionando y hoy cuenta con
nuevos métodos que simplifican el proceso de selección y ayudan a identificar a
los híbridos tanto por adaptabilidad como por estabilidad.
Gastón Therisod, asesor CREA Del Tuyú, destacó la expectativa de muy buena
renta que tiene el cultivo de cara a la campaña 18/19. "Es muy importante tener
en claro los objetivos del girasol en la rotación, el suelo en el que se va a
sembrar y el negocio que se persigue", dijo, y aclaró que en Pehuajó no hay un
mercado tan claro como en otras regiones acerca del sobreprecio del alto oleico.
"El cultivo no solo tiene que rendir bien, sino también contar con muy buena
bonificación de materia grasa", apuntó, para destacar que hay que protocolizar
las decisiones agronómicas con criterios de referencia (fósforo, nitrógeno,
densidad y plagas). "Mucha materia gris pre siembra", recomendó.
La voz de los productores
Tres productores hablaron del girasol en primera persona durante los
talleres. En Carhué, Carlos Luengo relató su experiencia con la incorporación de
cultivos de cobertura. "Se mejora la porosidad del suelo y se hace más eficiente
la captación de nitrógeno y otros nutrientes. Hay un mayor control de malezas y
se evita el uso de herbicidas caros. Cuando uno saca la cuenta, es todo
beneficio. Vicia, centeno, avena y otras gramíneas ya dejan de ser una rareza y
cada vez con más fuerza comienzan a formar parte del sistema productivo", dijo.
Fabio Menvielle, que produce unas 700 hectáreas de girasol en el partido de
Adolfo Alsina, compartió su experiencia con la siembra temprana, en octubre.
"Como trabajo con equipos propios, necesito adelantar la siembra para que el
resto del tiempo me alcance para hacer soja y maíz", relató el productor y
aclaró que dadas las mayores dificultades de germinación que el girasol tiene en
estas fechas de siembra, donde está más expuesto al frío, debe recurrir a
densidades altas: "prefiero hacer entre 52 y 55 mil plantas por hectárea para
cubrirme ante posibles pérdidas".
Menvielle también agrega valor al girasol que produce. Desde hace 6 años,
desde su planta procesa y vende alrededor de 35 toneladas de aceite crudo a
granel y produce balanceado para tambos. "Los buenos niveles de materia grasa
del cultivo se traducen en mayor producción de aceite. Muchos se preocupan solo
por lograr un alto rendimiento, pero a veces no se fijan en este factor. En la
campaña pasada logré bonificaciones por encima del 20% en materia grasa. Con un
material llegué a alcanzar un 27%", dijo.
En Pehuajó fue Luis Sabbatini, gerente de producción de Sastre Inchauspe S.A. (SISA), quien compartió su experiencia productiva. SISA siembra unas 900 hectáreas de girasol en la zona de Pehuajó-Trenque Lauquen y otras 300 en General Lamadrid. "La empresa hace girasol por la consistencia de altos márgenes brutos obtenidos", dijo el ingeniero agrónomo para destacar que en los últimos cinco años, con 32.8 qq/ha de rinde, se han alcanzado márgenes brutos de 570 U$S/ha en promedio.