Brasil, uno de los mayores productores mundiales de alimentos, recogerá este año una cosecha de 225,8 millones de toneladas de granos, lo que equivale a un descenso del 6,2 % frente al récord registrado en 2017, según una nueva proyección divulgada hoy por el Gobierno.
El resultado supondrá una reducción de 14,8 millones de toneladas de cereales, leguminosas y oleaginosas con respecto a las 240,6 millones de toneladas cosechadas el año pasado, según el último balance del estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE).
En relación con la proyección divulgada por el Gobierno en julio pasado, la producción será en un 0,4 % inferior (menos 1 millón de toneladas).
El arroz, el maíz y la soja representan el 92,8 % de la estimación de la producción y respondieron por el 87 % del área a cosechar.
De acuerdo con las proyecciones del Gobierno, tendrán alza en relación con 2017 las cosechas de soja (1,6 %), trigo (38,6 %) y algodón (24,7 %), mientras que se esperan caídas para las de maíz (-18,6 %), arroz (-5,3 %) y fríjoles (-1,3 %).
El agronegocio fue uno de los sectores que ayudaron a Brasil a superar la severa recesión que sufrió entre 2015 y 2016, período en el que su economía se desplomó un acumulado del 7 %, y de la que solo comenzó a salir en 2017, cuando se expandió un leve 1 %.
El gobierno brasileño espera consolidar esa remontada en 2018, si bien el Banco Central y el mercado financiero ya prevén que la expansión del producto interno bruto (PIB) brasileño será de solo un 1,6 %, debido a las incertidumbres tanto externas como internas.