A mediados de agosto más o menos, en la pampa húmeda arrancan las acciones que apuntan a la siembra del girasol y del maíz. El momento llega cuando la temperatura del suelo y el contenido de humedad del perfil permiten logar un buen ritmo de germinación y emergencia. Pero además son numerosas las variables que conducen a una buena siembra y que deben ser manejadas de la mejor manera, como la historia del lote, la presión de malezas, la fertilidad del suelo, además de la distancia entre hileras y la distancia entre semillas de la hilera. La idea es que de la mejor combinación de estas variables se logra el buen rinde en cosecha y la minimización de los costos de producción.
De las variables mencionadas, solo la distancia entre semillas de la hilera estará definida por las prestaciones de la máquina y podrá cambiar según su ajuste. La distancia entre hileras quedará establecida con la configuración de la sembradora y una vez definida, no será fácil un cambio.
Analizando un poco más en detalle, podemos decir que la distancia precisa y uniforme entre semillas se logra con el buen dosificador o distribuidor, que maneje en forma individual las semillas más allá de diferencias en su tamaño y forma. El dosificador neumático (sea por succión o por presión de aire) es el que uniformiza la distancia entre semillas de diferentes tamaños y formas, y hace innecesaria la elección de placa de siembra para cada tipo de semilla, como lo imponen los dosificadores mecánicos. Además, no es posible sembrar con distancia uniforme, semilla no pareja en tamaño y forma con placa mecánica, ya que no habrá un alvéolo que conforme a todas las semillas por igual.
Asimismo, es importante que el dosificador no requiera detenciones frecuentes para ajustes debidos a fatigas de resortes, complicando el desarrollo de la siembra con demoras. Tales detenciones reducen las hectáreas sembradas por jornada y van contra la uniformidad temporal. El dosificador neumático reduce de las detenciones durante el trabajo y minimiza los tiempos de trabajos indirectos.
Con sembradoras de cantidad de cuerpos creciente –16 cuerpos y más--, este beneficio de menos detenciones se hace más notable. Este tipo de dosificador, sea que maneje la semilla por succión o por presión de aire, libera al operador de la necesidad de poner a punto los gatillos que se utilizan con la placa mecánica, gatillos que se accionan con resortes que se fatigan y requieren de ajustes frecuentes para su mejor prestación. Este ajuste es por cuerpo, con lo cual el ahorro de tiempo con el neumático crece con la cantidad de cuerpos por sembradora. En la dosificación neumática, se calibra el valor de succión o de presión de aire que es el mismo para todos los cuerpos, y se logra ajustando el régimen de la turbina, con una solo perilla y la lectura de un medidor. Luego se pone a punto un enrrasador, con una corredera manual en un dosificador, lograda la posición correcta del enrrasador en su corredera numerada, los enrrasadores de los otros cuerpos se copian. Luego no habrá cambios hasta que no se cambie de tipo de semilla.
Una vez que la semilla sale del dosificador, la misma cae por gravedad hasta el surco a través del tubo de bajada, y entonces la velocidad de avance del equipo y la estructura del cuerpo de siembra juegan un papel preponderante en la uniformidad lograda en la distancia entre semillas. Por ello es que la velocidad de una buena siembra no debería superar los 7 km/h, por supuesto dependiendo de la topografía del terreno, de la carga del cuerpo, de su longitud y la altura de descarga.
Otro aspecto que influye decididamente en la velocidad de germinación y emergencia de las plantas es la limpieza del surco. Es decir, si queda rastrojo enterrado con la semilla se forman cámaras de aire que dificultan el contacto de la semilla con el suelo, y por ende se retarda la trasferencia de humedad del suelo a la semilla, lo cual demora la germinación y la emergencia. Ello no será igual para todas las semillas ya que habrá con y sin rastrojo, con lo cual habrá plántulas que germinen antes y otras más tarde. Así habrá individuos dominantes y dominados que rendirán menos que las otras. Además, las dominantes no podrán compensar con rinde extra a las dominadas. Por ello, el surco libre de rastrojo, limpio, contribuye a la uniformidad temporal de los individuos del cultivo. La cuchilla que mejor trabaja y ayuda al logro de un surco más limpio en varias condiciones de suelo agrícola, es la cuchilla de ondas tangenciales, de planos rectos y excéntricos.
En ella, cada onda sigue una línea tangencial respecto del centro de giro de la cuchilla. Este diseño hace que cada onda se clave en suelo en forma perpendicular a la superficie del mismo, con lo cual requiere menos fuerza para cortar el suelo, respecto de la cuchilla de ondas radiales, su antecesora en el desarrollo de la cuchilla de siembra. Asimismo, cuando la onda sale del suelo durante el giro de la cuchilla, lo hace en posición horizontal, levantando como su fuera una pala, todo resto de rastrojo que hubiera sido enterrado en el surco en el momento del corte. Ello contribuye al surco limpio.
Además, cada onda es formada por dos planos, hacia uno y otro lado de la hoja de la cuchilla. Ambos planos son rectos (no curvos) y uno es más corto que el otro (excéntricos). Estas dos condiciones (de ondas rectas y excéntricas) hacen a que se desmenuce mejor el suelo y a cierta autolimpieza de la cuchilla, mejorando la condición de suelo preparado para el surcador.
Hasta aquí se han revisado algunas consideraciones para anotar en el cuaderno de la siembra y no olvidar deseando que ayuden a aprovechar mejor las prestaciones de la sembradora.
Por Juan Bautista Raggio