A partir de las 2 de la madrugada de ayer, martes 21 de agosto, los termómetros de Córdoba comenzaron a hundirse por debajo de cero grado. Colonia Almada y Hernando registraron la temperatura mínima más baja con -6 °C; Canals marcó -5,5. En la región núcleo las temperaturas mínimas promediaron los -3 °C.
Se registraron dos focos donde los termómetros marcaron por más de siete horas registros por debajo de cero grado. En el centro norte bonaerense, Chacabuco estuvo más de 7 horas con temperaturas por debajo de cero grado. En el este de Córdoba, Bellville, Pozo del Molle y Colonia Almada también registraron más de siete horas con las marcas térmicas bajo cero. En el sur de Santa Fe, Álvarez se mantuvo seis horas con los registros por debajo de cero grado.
Entre el sábado y domingo pasados, lluvias, chaparrones y tormentas de variada intensidad se recostaron sobre el este de Buenos Aires, Santa Fe, y cubrieron Entre Ríos, donde dejaron las marcas más importantes. En la región central, los mayores acumulados se registraron en Baradero, en Buenos Aires, con 15,2 mm. Le sigue Carlos Pellegrini y Clason, en Santa Fe, con 10,4 mm y 8,6 mm.
El evento del fin de semana no sirvió para recomponer la faltante hídrica sobre el oeste de la región central. En Córdoba siguen haciendo falta entre 80 y 100 milímetros y alrededor de 20 a 30 milímetros en el centro oeste de Santa Fe. Algunos sectores cordobeses ya muestran condiciones de sequía. Aparte de ser necesarias para comenzar con los perfiles llenos en maíz, en poco más el trigo comenzará a encañar y demandará más agua.
Será imprescindible que las lluvias empiecen a aventurarse al oeste. Según el doctor en Ciencias Atmosféricas, José Luis Aiello, “habrá que esperar el comienzo de septiembre para una mayor oferta de agua”. Los pronósticos renuevan las expectativas, una nueva perturbación puede provocar lluvias el próximo viernes 24 de agosto.