La Red de Conocimiento en Malezas Resistentes (REM) de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid) informó que la maleza Brassica rapa, más conocida como nabo, dio positiva a la resistencia múltiple a tres sitios de acción: glifosato, inhibidores de ALS y 2,4-D.
En el 2016 habían confirmado la resistencia a 2,4D en el biotipo, pero ahora, nuevos estudios del equipo de la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNCPBA) compuesto por Víctor Juan, Federico Núñez Fré, Horacio Saint André y Ricardo R. Fernández, confirmaron también su resistencia a los otros dos sitios de acción mencionados.
Según explicó la REM, la resistencia múltiple a 3 sitios de acción, limita marcadamente el número de herramientas químicas disponibles para su control y si bien quedan otras (PPO, Fotosistema I y II, HPPD, PDS, etc.) se pierden naturalmente las más utilizadas.
No obstante, es preciso aclarar que los estudios se llevaron a cabo con Metsulfuron-metil, perteneciente a los inhibidores de ALS, y 2,4D, perteneciente a los hormonales, pero podrían seguir funcionando otros herbicidas de estos mismos sitios de acción de no haber resistencia cruzada, lo que sería oportuno seguir estudiando.
Las Brasicaceas o Crucíferas se están incorporando a la lista de las familias de malezas con más casos de resistencia en Argentina, luego de las gramíneas y seguida por las amarantáceas (Yuyos colorados). Hay cuatro especies de crucíferas con resistencia en Argentina: Raphanus sativus (Nabón), Brassica napus (Colza o Canola), Brassica rapa (Nabo) e Hirschfeldia incana (Nabillo).
Entre estas, se presentan biotipos con resistencia a glifosato, a inhibidores de ALS y a 2,4D, a uno o a dos de estos sitios de acción, pero este resiente caso de Brassica rapa es el primero con resistencia múltiple a los tres sitios de acción.
La zona de mayor abundancia de Brasicáceas resistentes es el centro y sur de la provincia de Buenos Aires, donde impactan mayormente en los cultivos de invierno (trigo y cebada) y en los barbechos a cultivos de verano. No obstante, su amplio período de emergencias hace que también estén presentes en estos últimos.
En Santa Fe y Córdoba ya hay lotes con problemas de Crucíferas resistentes, en especial Hirschfledia incana y en Tucumán, el año pasado, la Sección Malezas de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres confirmó la resistencia de Raphanus sativus a inhibidores de ALS, de manera que las Crucíferas resistentes no se limitan al sur de Buenos Aires.