Se devaluó la lira turca y fue su peor desempeño de la década en un día. También se devaluó el peso argentino. Fue un viernes negro porque la calma relativa que se había logrado con la ayuda financiera que inyectó el Fondo Monetario Internacional se resquebrajó con la suba fuerte del dólar y la caída de los mercados.
Ayer hubo un condimento especial. Porque si bien el dólar subió en Brasil (1,77%), Chile (1,17%), los golpes fueron más duros fueron en Argentina y Turquía. Son las dos economías que vienen mostrando mayor debilidad en esta última turbulencia financiera que afecta a los países emergentes. Pero el viernes ambas fueron impactadas más por la escalada bilateral que enfrenta a los gobiernos de Donald Trump y de Recep Tayyip Erdogan.
La crisis entre estos dos ex aliados de la OTAN lleva años pero estalló en 2016 bajo el gobierno del ex presidente Barack Obama. Ankara comenzó a reclamarle a Obama la detención y extradición del predicador islamista turco Fethullah Gülen por encontrarlo gestor de un fallido intento de golpe -del 15 de julio de ese año con más de 160 muertos- contra Erdogan. Erdogan considera que Washington protege a Gülen que vive en Estados Unidos y fue aliado del hoy presidente turco. Obama lo negó y empezó también a cuestionar duramente la política de derechos humanos de Erdogan.
Por su parte, el mandatario turco se ha inclinado por armar una alianza con los rusos, en medio de la guerra en Siria donde ve también que los estadounidenses apoyan a los kurdos, rebeldes a Ankara. Y Erdogan asestó su propio golpe con la detención en 2016 del pastor evangélico estadounidense Andrew Brunson, acusado de formar parte de un grupo terrorista armadom de espionaje e intento de derrocar al gobierno. Trump reclama su liberación.
Este viernes, Trump amaneció con su Twitter focalizado en Turquía. "Su moneda, la lira turca, cae rápidamente contra nuestro dólar fuerte", se vanaglorió anunciando que las importaciones de aluminio desde Turquía serán gravadas en un 20% y las de acero en un 50%. Se irán al doble.
Hace meses que Argentina y Turquía vienen siendo los mercados más golpeados por la suba de las tasas de interés que paga la Reserva Federal de EE.UU. por sus dólares. Ello sin contar las propios problemas internos, que en el caso argentino tuvo ingredientes como el de la sequía que mermó la entrada de dólares. Argentina ya recurrió al FMI. El desplome de la lira en Turquía, su inflación de dos dígitos y el contexto internacional también lo podrían llevar a pedir un rescate del Fondo, que Ankara niega por ahora de manera rotunda.
Esta semana la agencia Bloomberg sostuvo que "Turquía superó a Argentina como el país con el peor desempeño del año para los bonos en moneda local y el carry trade tras la caída de la lira a un récord. La lira, que perdió tercio de su valor en 2018, cayó tras el anuncio de Trump a 6.05 por dólar, un 9% más débil que el jueves.
En Argentina, la divisa ya venía subiendo día tras día esta semana. Y el viernes dio un salto de más de $ 1 para colocarse en los $ 29,79. También la acciones y los bonos se derrumbaron, y el riesgo país se disparó a los 70 puntos el jueves, marcando un nuevo récord bajo la gestión de Macri. Se considera que el escenario es también muy difícil para que el Banco Central encuentre el camino para bajar las tasas de interés y aliviar las condiciones financieras de las empresas.