La devaluación del peso y el encarecimiento del precio de los combustibles provocaron mayores costos para el sistema de transporte. Para evitar engordar aún más los subsidios, el Gobierno decidió aumentar las tarifas de los viajes en colectivos y trenes del área metropolitana. A partir del próximo 15 de agosto, el boleto mínimo de colectivo subirá de $ 10 a $ 13, a razón de $ 1 por mes, en los meses de agosto, septiembre y octubre. En las líneas de trenes, también habrá tres aumentos, que van de 50 centavos a 75 centavos, según la línea.
"Las tarifas tienen que acompañar este proceso de mayores costos", explicó el ministro de Transporte Guillermo Dietrich. El Gobierno se encontró con mayor necesidad de dinero para mantener el sistema de transporte e imposibilidad del Tesoro para asistirlo en esa tarea.
Como ya se aplicaron incrementos en los medios de transporte desde febrero -el mínimo subió de $ 6 a $ 10 en tres etapas-, el encarecimiento del boleto de colectivo individual por pasajero llegará a 116% entre febrero y octubre. En las líneas de trenes, un viaje en la línea Mitre subió aún más: 118%. En enero, el recorrido menor a 3 kilómetros descontaba $ 4 de la tarjeta SUBE, mientras que en octubre, esa cifra será de $ 8,75.
El ministro Dietrich no descartó futuros aumentos en noviembre o diciembre, ya que los costos de los colectivos están vinculados al gasoil. El incremento de ese combustible podría provocar otra modificación. "Hay variables del sistema que están definidas, como el combustible que cambia por el precio internacional del petróleo", dijo Dietrich. Luego, el ministro confió que hay un "99% de posibilidades de que no haya otro aumento en noviembre, pero no lo sabemos con certeza".
La paritaria de los choferes de colectivos se cerró en 25,5%, por arriba de las estimaciones del Gobierno cuando arrancó el año. También se encareció la compra de nuevos coches, que son 50% más costosos que antes por la devaluación, ya que se importan. Frente a este panorama, los actuales subsidios para el sector resultaban insuficientes (ver aparte) y la Casa Rosada optó por trasladar una parte del peso del mayor gasto a los pasajeros. "Originalmente, no estaban estos costos" en las previsiones oficiales, según Dietrich. El desvío en las metas de inflación y el tipo de cambio alteró los planes también en esta cartera.
Según estimaciones oficiales, cerca de 4 millones de personas se desplazan a diario por colectivos y trenes de la ciudad de Buenos Aires y el conurbano. De ese total, hay cerca de 1,4 millón que solo utiliza un medio de transporte (colectivo, tren o subte). A ellos les pegará de lleno este aumento del 30% en tres meses. La mayoría de los pasajeros integra, es decir que toma más de un medio de locomoción y obtiene descuentos cuando realiza el segundo o tercer viaje.
Si el colectivo sube a $ 13, pero el subte permanece a $ 7,50, habrá un desplazamiento de un medio al otro, que colapsará al que corre bajo tierra. "Eso ya está pasando aún hoy, antes del aumento", cuentan en el ministerio de Transporte. Es que el gobierno porteño tiene frenada judicialmente una suba del viaje en subte a $ 12,50.
En el Poder Ejecutivo creen que puede haber una resolución judicial en torno al subte durante los próximos días. Estiman que el incremento -pautado por el gobierno porteño- será aplicado en simultáneo con la suba de colectivos y trenes.
Aunque el ministro Dietrich fue consultado por los subsidios en varias ocasiones, solo respondió que las subvenciones estatales son de $ 60.000 millones "a empresas de colectivos y combustibles" y más de $ 20.000 millones a los trenes.
"En términos reales, los subsidios al transporte son menores en relación al PBI", detalló Dietrich en un diálogo posterior. El aumento de tarifas no estuvo en la negociación del acuerdo con el FMI, aunque se impuso la necesidad de no pedir más fondos públicos para cumplir con el presupuesto de este año. En ejercicios anteriores, Transporte incumplió con las metas pautadas y demandó más plata que la votada inicialmente por el Congreso.