El traslado de la harina de soja en barco al mercado europeo se abarató y se encuentra en uno de los niveles más bajos de los últimos 25 años. En la actualidad, el flete marítimo representa el 5% del precio de exportación del producto (23 dólares por tonelada en junio de 2018, con la harina a 473 dólares por tonelada) y en el 2007 era el 21% de ese valor (67,10 dólares por tonelada, con la harina a 321 dólares por tonelada), de acuerdo a un informe que acaba de publicar la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
“En términos reales, los fletes marítimos graneleros de Argentina a Europa apenas crecieron un 10% en términos reales en casi 20 años. Esto es favorable para nuestro país”, asegura el estudio, que elaboraron Julio Calzada y Alfredo Sesé, del área de Informaciones y Estudios Económicos de la entidad.
El trabajo recuerda que la harina de soja es el principal rubro de las exportaciones argentinas, con ventas globales por más de 9.000 millones de dólares en 2017. El valor del flete marítimo es clave para la agroindustria argentina porque impacta sobre el precio final de los granos que reciben los productores y también porque supone una desventaja respecto de otros competidores -como Brasil y Estados Unidos- que están más cerca de los principales mercados.