El Gobierno impulsará una modificación en la política de tarifas. El objetivo es que las distribuidoras de luz y gas -cuyos costos están mayormente en dólares- no trasladen la devaluación a las próximas facturas. De todas formas, habrá aumentos de luz en septiembre y de gas en octubre que estarían entre el 20 y el 25%. Pero esos incrementos serán más en línea con la inflación y menos con el dólar, que es la moneda de referencia en el sector energético. Si se siguiera la subida del dólar los aumentos podrían llegar al 60%.
La próxima revisión tarifaria ya viene con aumentos por el incremento del índice de precios mayoristas (IPIM) que está en las concesiones. Sin embargo, las empresas están más preocupadas por la devaluación. Las distribuidoras de gas, por ejemplo, calcularon los ingresos que cobran en estos meses con un dólar a $ 20, pero tienen que pagar el gas que compran a la nueva cotización, por arriba de $ 28. Eso provocó que varias empresas estén incumpliendo con sus contratos.
El ministro de Energía, Javier Iguacel, les propondrá las productoras de gas (las petroleras) y las distribuidoras que encuentren una manera de saldar esas deudas a través de un acuerdo de partes. De todas formas, en esa cartera también piensan en alguna recomposición de emergencia durante el invierno. Eso sería para poder solventar el costo de la devaluación.
Para atraer inversiones, en el marco regulatorio del gas está escrito que el precio de referencia es de US$ 6,80 por millón de BTU. Las distribuidoras (Metrogas, Gas BAN, Ecogas, Camuzzi) debían pensar su esquema de ingresos teniendo en cuenta ese número. El resto lo aportaba el Estado nacional a través de subsidios.
La eliminación de subsidios, que era una meta del Gobierno cuando arrancó, ya no se cumplirá como fue anunciada. Las subvenciones estatales continuarán y hasta es probable que crezcan. Si el Gobierno siguiera el camino de quitar subsidios y continuar con los contratos en dólares, la próxima recomposición debería rondar el 80%. En el Poder Ejecutivo descartan de plano ese número. Creen que lograrán la baja de subvenciones a través de una suerte de autoregulación del sector. "Hay una oportunidad de usar justamente la competencia y hacer una transformación mucho mas rápido para que los productores de gas compitan entre ellos para bajar la energía de acá a dos, tres, cinco años. Las empresas están dispuestas hacer correcciones más bajas que la inflación", manifestó Iguacel ayer en "La Cornisa".
La gestión de Iguacel está pensando en introducir modificaciones al actual funcionamiento de las concesiones de gas. Aunque se desconocen los detalles, podría haber allí un nuevo incumplimiento del Estado nacional en las concesiones de luz y gas. Las acciones de las empresas energéticas se vienen desplomando en las últimas jornadas.
En las concesiones de luz y gas hay una actualización por aumento de costo de vida. Sin embargo, las empresas estarían dispuesta a resignar una parte, con tal que le reconozcan algo por la devaluación. Eso surgió en conversaciones entre el ministerio de Energía y las empresas del sector. "Macri nos dijo que aseguremos que la gente y pymes puedan afrontar las tarifas", detalló el ministro.
Las distribuidoras, según fuentes oficiales, estarían dispuestas a resignar una parte del aumento que les toca por la inflación. A cambio, quieren poder trasladar alguna parte de la devaluación. El peso se depreció más del 60% desde que fueron anunciadas las tarifas vigentes, a fines de noviembre.
Aunque el Gobierno apuesta a la autoregulación privada como una tabla de salvación para evitar mayores costos económicos, nadie está en condiciones de descartar que se generen nuevos pleitos contra el Estado nacional por incumplimiento de contratos. Tampoco que si los privados no logran la deseada autoregulación, el Estado tenga que hacerse cargo de nuevos subsidios.
El ministerio de Energía mantendría una disposición de su ex titular, Juan José Aranguren, para promover inversiones en yacimientos no convencionales. Se trata de la resolución 46, con nuevos estímulos para las compañías que consigan gas en Vaca Muerta.