Cuando se libera al operador del control del vehículo, él puede dedicarle más atención a la operación específica en ejecución y además, baja el nivel de stress y se fatiga menos. La tarea se hace más confortable, con todo lo que ello implica. Por ejemplo se puede concentrar un poco más en observar cómo se comporta la sembradora, mirar en el monitor como es la uniformidad de dosificación de semilla o de fertilizante, o bien si tal o cual pico de la pulverizadora aparece tapado. Además, el piloto permite extender las jornadas y hacer trabajos nocturnos sin errores por la falta de visibilidad. O cuando por ejemplo, la línea del marcador es invisible (de día o de noche), o también si el rastrojo o cultivo hace imposible divisar la línea del entresurco. Y también cuando la sembradora tiene más de 7 metros de ancho y los brazos de los marcadores tienden a romperse debido a su gran longitud.
En general, la precisión tiene notable impacto en el resultado del negocio tanto en los rindes de los cultivos como en el gasto de insumos en la siembra, pulverización, fertilización y cosecha.
Tanto es así, que de un buen análisis económico resulta que los elementos relacionados con esta tecnología, se amortizan rápidamente, y por ende no es difícil la decisión de optar por su uso. “Se paga sola” dicen en el campo. Claro que los beneficios son más claros en campos overos o manchados como los del oeste de la provincia de Buenos Aires o los de la cuenca del Salado que los campos uniformes de Pergamino, Salto o Rojas. En las zonas de campos manchados, a los beneficios ya enumerados se le pueden agregar las situaciones en que el rumbo del equipo deja de ser recto para copiar contornos irregulares de montes, bajos o lagunas, o es necesario cambiar densidades de siembra o de materiales (híbridos o variedad según la especie). Es decir más allá del piloto automático, sembradoras con cortes por secciones, o pulverizadoras con corte por pico ofrecen su beneficio económico extra. Aunque estos avances también se difunden en campos uniformes, debido a que permiten cambiar la dirección de las hileras entre años y salir a la cabecera o entrar a la amelga, sin desperdiciar insumos ni terreno, o bien ahorran un tiempo que vale oro en las puestas a punto, correcciones y ajustes que los equipos demandan siempre.
No obstante todo ello, estos detalles no alcanzan para asegurar el éxito de la inversión en equipos de agricultura de precisión, ya que utilizar un piloto automático sin la señal de corrección apropiada, es como tener la mejor computadora en el escritorio sin el soft correspondiente. El mercado ofrece diferentes tipos de señal, algunas muy buenas y otras de menor precisión, que son muy buenas pero no alcanzan ni para empezar en algunas operaciones del campo. Hay señales de menores costos, por ejemplo las de canon reducido que son útiles para algunas tareas que demandan además la intervención del operario.
La señal más difundida en nuestro medio y la mejor por una serie de razones cuyo análisis de fondo escapa a esta nota, es la del sistema GPS (Sistema de Posicionamiento Global) desarrollado, por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos. Bajo este sistema de señal, se ha desarrollado la Agricultura de Precisión en Argentina a partir de 1995 . Existen en el mundo otros sistemas como GLONASS administrado por Rusia, Galileo de la Unión Europea, BeiDou de China y MSAS o QZSS administrado por Japón, que suelen ser proyectos, sin la constelación de satélites necesaria y no ofrecen su servicio todo el tiempo, ni la seguridad entre otras cosas.
Desde que los Estados Unidos liberaron el sistema GPS a las actividades civiles, se generó una gran cantidad de negocios y de puestos de trabajo en torno a la navegación, (precisamente esa fue una de las razones de la liberación) y debido a que un único país maneja la constelación de satélites, otros países para entrar en el negocio se dedicaron a desarrollar diferentes sistemas de aumentación que mejoran, corrigen o ajustan los servicios brindados por el sistema madre. Es por ello cada sistema de aumentación ofrece su servicio en algunas regiones del mundo y otros en otras. En nuestro país, el sistema RTK se ha convertido en el más apreciado para para diferentes tareas, debido a que brinda 2,5 cm de error o de precisión, según desde donde se mire. Este sistema corrige o ajusta la señal original, mediante onda de radio o comunicaciones celulares. Se precisa el acceso a una estación base RTK ubicada en un radio de unos 20 km de distancia del equipo de trabajo (dependiendo de la altura de la antena y la intercepción de árboles, construcciones) y que envía correcciones mediante un transmisor de radio a los receptores móviles colocados en la máquina o vehículo.
El mercado ofrece alternativas como estación base RTK adquirida por el usuario final, o redes de estaciones base establecida en la región a la cual se puede suscribir el interesado. Estos servicios son operados por distribuidores de equipos de agricultura de precisión, (Trimble, John Deere, Plantium, Ag Leader entre otros), quienes instalaron en el área de interés de determinado usuario, estaciones base simples o múltiples. La cobertura por las redes mejora en la medida que las redes se extienden en el mundo. Asimismo la corrección RTK se puede obtener mediante un módem de comunicación celular que suplanta a la onda de radio. Estas redes celulares son estaciones de referencia de operación continua, CORS. Las CORS pueden ser sencillas, múltiples o en red y corrigen la señal que llega al tractor.
El sistema RTK se aplica a diversos trabajos desde la labranza a la cosecha lo cual hace rentable la inversión, en función de los beneficios acumulados durante cada campaña.
Por Juan Bautista Raggio