Fundamentalmente por la baja en la oferta interna (con una producción de 35 millones de toneladas), a resultas de la fuerte sequía del pasado verano, el mercado local para la soja se desenvuelve con relativa independencia de Chicago.
Y desde el 25 de abril, las tendencias entre el mercado doméstico y el de Chicago se alejan una de otra, dada la crisis cambiaria.
En proporción al volumen cosechado este año, el sector exportador, hasta fines del mes pasado, había adquirido casi la totalidad del promedio de los últimos años.
En otras palabras, la exportación que adquiere el poroto de soja para exportar sin procesar lo había hecho por un volumen cercano a 5 millones de toneladas, es decir lo que más o menos se calcula como saldo exportable del poroto, para el ciclo 2017-18.
En cuanto a la industria procesadora… ¿qué decir? Por la drástica reducción de la cosecha de este año y el elevado retraso en la entrega desde el campo, el volumen de industrialización está en niveles muy bajos, por lo que la exportación de los subproductos se halla en volúmenes bajos.
Pese a la continua baja en los valores de Chicago, la soja en el mercado local no da muestras de reducción en sus precios.
Obviamente, la presión que ejerce la menor producción es un buen soporte sobre los precios. Pero además de ello, vale destacar por su fuerza ascendente sobre las cotizaciones, la fuerte suba del dólar, a consecuencia de la aversión a nuestro peso. En definitiva, la posición en granos es un resguardo a la pérdida de valor del peso.
El gráfico es más que elocuente.
Tipo de cambio (pesos por unidad de dólar)
El dólar mayorista llegó, hoy lunes, a un máximo histórico de $26,15 en la última parte de la sesión y no hubo intervención de bancos oficiales, en un ambiente de incertidumbre a la espera del cierre definitivo con el FMI para obtener una línea de crédito "stand by" por 50.000 millones de dólares.
En lo que hace al mercado internacional, la soja sigue su evolución en baja.
¿Las razones?
Por un lado las prometedoras perspectivas climáticas en los EE.UU. que brindan un panorama favorable para los cultivos de granos gruesos. El clima ha permitido las labores de siembra de soja. Se estima que se ha cubierto el 90% del área. Este ratio es superior a lo usual. Y hay cerca de un 80% de la superficie con condiciones de buenas a excelentes, por encima de la situación del año pasado.
Y por otro, está el conflicto entre EE.UU. y los principales socios comerciales, algo que todavía no se termina de entender. El desenlace de la reciente Cumbre del Grupo de los 7 principales países industrializados parece haber llevado a la sociedad a épocas primitivas.
En un lado del ring, estuvo EE.UU. y en el otro, Canadá y la U.E.
Como los pendencieros a la salida de los bares en la noche, el gobierno estadounidense se mueve en un ambiente de provocación y soberbia. La Casa Blanca acusó a las autoridades de Canadá de haberle asestado una “puñalada por la espalda”. Alemania, a su vez, denunció a EE.UU. de haber “destruido la confianza”. A todo esto debe sumarse, la revaluación del dólar en términos de las restantes monedas.
En tal cuadro los valores en Chicago no dejan de bajar. El precio de la soja en Chicago, por ejemplo, para julio´18 estaba el día 4 de junio en 368 dólares. Hoy apenas gira, para la misma posición, en 355 dólares.
EE. UU no registra todavía ventas externas de consideración. Los problemas con China siguen vigentes para la soja de EE.UU. Se aguarda la respuesta de la Casa Blanca a la última propuesta de RPC. Vale recordar que el próximo el 15 de junio debería en vigencia el paquete arancelario para China.
La situación está oscura. Pero los precios internos todavía son atractivos…