Los eventos que venían desde la segunda quincena de marzo con una frecuencia semanal comenzaron a replicarse en períodos más cortos y sobre todo ganando volumen. Las primeras señales de cambio se observaron en el centro de la zona núcleo pero luego, con el transcurso del mes, las lluvias alcanzaron hasta el sudoeste de BA.
Como puede observarse en el mapa, hay un epicentro muy marcado del máximo pluvial que se despliega en gran parte del norte de BA, centro sur de ER, centro sur de SF y las vecindades del este de CB. Se aprecian precipitaciones generosas que alcanzan el sudoeste de la región pampeana y que si bien no resolvieron la situación han permitido cortar la sequía, al menos meteorológicamente. Se destaca otro máximo en la zona de influencia de las ciudades de Salta y Jujuy, pero como un comportamiento de características de una escala mucho más reducida, además del inusual volumen observado.
Gran parte de Chaco, Formosa, este de Santiago y el norte de la Mesopotamia, han presentado con lluvias escasas una suerte de compensación de lo ocurrido en la región pampeana. En el mapa no están representados algunos eventos puntuales ocurridos en el sur de Chaco, similares a los de Salta y Jujuy, que saltearon el contexto deficitario predominante en la zona. A medida que nos desplazamos por territorio santafesino hacia el centro, las lluvias ganan volumen, algo que se repite en la Mesopotamia del centro hacia el sur.
Las lluvias en general perdieron volumen de este a oeste. Las masas de aire húmedo dominaron toda la región pampeana, pero las perturbaciones que promovieron el desarrollo de tormentas se recostaron sobre el este. La oferta de agua fue buena sobre el sudeste de BA, pero no tan exagerada como en la zona núcleo.
La comparación de los registros pluviales con las marcas estadísticas (1973-2017), refleja fundamentalmente la sobreoferta de agua que se ha observado en un vasto sector de la región pampeana, tomando principalmente la zona núcleo, extremadamente seca hasta finales de marzo.
Son reducidas las áreas que se mantuvieron deficitarias con el correr del mes de abril. Desde la región cuyana hasta el oeste bonaerense las lluvias fueron pobres, condición que suman áreas reducidas en el entorno de Tres Arroyos en la costa sur de BA y también en el norte de CB. Claramente el NEA y el norte de la Mesopotamia constituyeron la zona deficitaria más extendida y homogénea, la cual incluye a toda la zona oriental de Paraguay y se replica en los estados vecinos del sur de Brasil.
Esto permite detectar un factor dinámico en este comportamiento de las precipitaciones, es decir, estas áreas pluviales tan descompensadas responden a características dinámicas antagónicas, estables hacia el noreste, muy inestables sobre la región pampeana. Recordamos que en marzo este comportamiento había sido inverso, sin embargo, la zona de alta presión instalada en el extremo noreste del país y las vecindades de Paraguay y Brasil, han potenciado la escasez de precipitaciones, permitiendo el ingreso de aire tropical hacia el sur, pero inhibiendo los desarrollos nubosos en el norte. Consecuentemente, con masas de aire con alto contenido de humedad en la región pampeana y perturbaciones que se volvían estacionarias en el sur del NEA, los sistemas precipitantes comenzaron a volverse frecuentes en la región pampeana. Nada de esto sucedió a lo largo de todo el semestre cálido, donde predominó la dinámica inversa.
En cuanto al comportamiento térmico y acompañando la persistencia de masas de aire de origen tropical, las temperaturas han presentado desvíos positivos significativos en las principales áreas productivas del país. Según un informe del SMN, la temperatura media de abril, ha sido la más elevada de los últimos sesenta años. Es muy probable que sin esta anomalía térmica y sin la presencia de aire tropical, las lluvias descriptas no se hubieran concretado. De hecho el comportamiento de abril responde más a la distribución de lluvias esperadas para marzo. Si abril se hubiese comenzado como el típico período donde se concretan las primeras irrupciones de aire frío, posiblemente hoy estaríamos analizando la extensión de la sequía hacia el otoño y por ende un fuerte condicionamiento para el desarrollo de la fina. El mes de mayo comenzó sin presentar cambios de masa de aire y es altamente probable que este patrón térmico, más moderado, se sostenga por el resto del mes.
En los primeros días de mayo, las lluvias han mantenido la oferta de agua con máximos desplazados hacia el noreste de la región pampeana y el centro de la Mesopotamia. Las lluvias sobre ER, SF, este de CB y norte de BA ya han sumado los valores normales del mes y por sectores los han superado largamente.
Luego del importante evento pluvial que comienza esta noche y se extenderá con gran cobertura de precipitaciones hasta el comienzo del viernes, las condiciones del tiempo finalmente se estabilizan. A mayo le va a sobrar mucha agua en la zona núcleo.