Luego de ocho campañas donde se visualizaba una pérdida de superficie del cultivo de girasol, comparadas con la década del 2000, se puede afirmar que el cultivo está entrando en una fase de recuperación del área. La proyección que la Bolsa de Cereales está considerando para la presente campaña es de 1.8 millones de hectáreas, superando el promedio de los últimos ocho años.
Muchos productores este año han definido al cultivo como “noble” ya que los rendimientos promedios en muchas regiones han superado al cultivo de soja, debido a sus características fenotípicas y genéticas que pelearon contra una condición climática no tan favorable. Si se comparan los rendimientos promedios de girasol a nivel país de la campaña 17/18 vs la anterior, se ve que no hubo diferencias, siendo ambas de 20 qq/ha, sin tener en cuenta que el porcentaje de aceite que obtuvieron los híbridos este año fue superior debido a condiciones climáticas que ayudaron a la expresión de esta característica. No sucedió lo mismo con el cultivo de soja ya que sufrió una baja en el promedio de rendimiento del 23%, pasando de 32 qq/ha en promedio en la campaña anterior a 24.6 qq/ha en lo que va de este año.
La rotación de cultivos es una de las claves principales a la hora de lograr
mayores resultados en rendimientos, tanto por el aporte de materia orgánica al
suelo, como en lo que respecta a la estructura del mismo, mejorando la reserva
de agua para afrontar mejor una situación de stress. Revisando los mejores
rendimientos obtenidos este año, se puede decir que suelos bien rotados y lotes
con buenas napas son los que se defendieron mejor en el partido de los kilos
obtenidos.
Cuando el clima juega una mala pasada en la producción de granos es cuando los
programas de mejoramiento genético capitalizan esa situación para determinar
materiales, que por su genética son más tolerantes a stress hídrico. Por eso
cuando se cuenta con programas de larga trayectoria ser fortalece la
investigación y se hace posible una mejor selección genética, abarcando un
abanico de años con variabilidad climática y de ambientes.
“La genética de Advanta viene evolucionando a lo largo de más de 40 años para lograr híbridos de alta estabilidad y adaptación, brindando materiales adecuados para cada ambiente. No es lo mismo el ambiente del norte del país que los del centro sur de la Argentina, y es por ello que el portfolio de Advanta es considerado el más completo desde la genética hasta las tecnologías.” Comentó Tomas Sundblad, gerente de desarrollo y marketing de la compañía.
El portafolio de Advanta hoy brinda materiales para diferentes planteos. En lo que respecta al norte del país cuenta con materiales cortos como CF101 y el nuevo ADV5200 para lograr doble cultivo en aquellas zonas donde se necesita eficientizar la rentabilidad de los campos. El ADV5200 cuenta con resistencia a las nuevas razas de Downy Mildew, característica valorada a la hora de la elección de los materiales. Aguara 6 hoy es un producto con trayectoria y excelentes resultados en los usuarios norteños, mostrándose noble a la hora de los resultados. Otro jugador que entro con éxito hace unas campañas en la zona es el ADV5500 con un fenotipo adecuado para la región y un excelente potencial de rendimiento. Y podemos decir que el equipo se completa con ADV 5203 CLHO con tecnología Clearfield para el control de malezas y alto oleico y con resistencia a las nuevas razas de Downy Mildew.
“Este es un año para seguir acompañando a los productores para que alcancen sus máximos rendimientos, brindándoles los híbridos que necesitan para cada planteo productivo, acompañandolos con el asesoramiento técnico del equipo profesional de Advanta y acercándoles las mejores condiciones comerciales y financieras para mejorar su negocio.” Comentó para finalizar Francisco Cinque, gerente comercial de Advanta.