El Ministerio de Energía y Minería fijó este viernes en $ 18.223 por tonelada, el precio de adquisición del biodiésel a las empresas productoras a partir del próximo 1° de mayo, para su mezcla obligatoria con gasoil, lo cual implica una suba de 4,9% respecto del valor que rige desde marzo.
La medida se formalizó a través de la disposición 63 de la Subsecretaría de Recursos Hidrocarburíferos que firma su titular, Marcos Porteau. El incremento se enmarca en lo dispuesto por el Régimen de Promoción para la Producción y Uso Sustentables de Biocombustibles (Ley 26.093), según se fundamenta en la norma publicada hoy en el Boletín Oficial.
En marzo pasado la ex Secretaría de Recursos Hidrocarburíferos aprobó el Procedimiento para la Determinación del Precio de Adquisición del Biodiesel, destinado a la Mezcla en el Mercado Interno.
En ese momento, mediante la resolución 83, se estipuló para enero un precio por tonelada de biodiésel de $ 15.447, con lo cual la suba que regirá desde mayo implicará un alza acumulada de 17,9%.
De acuerdo con esa norma, debido al respaldo de numerosa información técnica y económica, la nueva fórmula refleja "adecuadamente las estructuras de costos de las empresas productoras" de biocombustibles.
La resolución justificaba, para los productores que operen en forma económica y prudente, la obtención de "ingresos suficientes para satisfacer todos los costos operativos razonables aplicables a la producción, impuestos, amortizaciones y una rentabilidad razonable, de modo tal que la misma sea similar al de otras actividades de riesgo equiparable o comparable".
La proporción de biodiesel en el gasoil es del 10%, si bien los productores agropecuarios y casi una treintena de plantas fabricantes vienen solicitando un aumento al 12% para apuntalar la actividad, especialmente tras el cierre del mercado estadounidense.
La Comisión de Comercio Internacional de EE.UU. (ITC) ratificó a comienzos de este mes la vigencia -por espacio de cinco años- del cobro de un arancel del 72% a la importación de biodiésel proveniente de la Argentina, por la presunta existencia de dumping y subsidios en el producto local.
La ITC convalidó así el argumento de que la industria estadounidense se vio afectada por la existencia de dumping en la comercialización de biodiésel de Argentina e Indonesia, y el gobierno analiza presentar el caso ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).
De todos modos, en las últimas semanas se intensificó el diálogo entre las autoridades de ambos países y tanto el secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Horacio Reyser, como el embajador de EE.UU. en la Argentina, Edward Prado, confiaron en que "hay margen de diálogo para revertir la medida restrictiva".
En 2016, las ventas del biodiésel argentino totalizaron 1,4 millones de toneladas por casi US$ 1.200 millones (casi 89% hacia el país del Norte) y el año pasado la reapertura del mercado de Europa permitió compensar parte de la pérdida.
La Cámara de Biocombustibles (Carbio) estima que este año se exportarán a la UE unas 600.000 toneladas, si bien la Comisión Europea lleva adelante un procedimiento de investigación sobre dumping y aranceles que demorará por lo menos hasta septiembre próximo, para determinar si impone nuevamente los derechos antidumping a la Argentina.
En ese contexto, Guillermo García, gerente de Relaciones Institucionales de Bunge, confirmó días atrás que la compañía y Aceitera General Deheza (AGD) lograron exportar 29.000 toneladas de biodiésel a Canadá, que surgió como un nuevo mercado para el producto, mientras se estima otro embarque similar durante abril.
La Bolsa de Comercio de Rosario, por su parte, estima que la producción local de biocombustibles crecerá a lo largo de este año, en respuesta a un incremento del consumo doméstico de naftas y gasoil.