Con una inversión de US$3 millones producirá 1,2 Megavatios en base a residuos orgánicos de industrias instaladas en la zona.
La empresa Resener, cuya propietaria es mayoritariamente Inmade (una empresa integrada por profesionales de la ingeniería) desarrollará la planta. Socios privados aportarán el 40% del monto a invertir, en tanto que se gestiona un crédito de línea renovable para completar el esquema financiero.
Marcelo Musotto, de la firma, explicó a LA NACION que empezarán las obras en unas semanas mientras que en agosto de 2019 comenzaría la generación. El 19 de diciembre de 2019 es la fecha comprometida, pero prevén comenzar unos meses antes.
Villarino tiene la particularidad de que, además de esta planta, sumará 150 Mw de energía eólica con dos parques (La Castellana, 100 Mw y Vientos del Secano, con otros 50 Mw de potencia) y una inversión de 200 millones de dólares. Las energías renovables le cambiarán el perfil productivo a la localidad.
Para generar el biogás se procesarán residuos orgánicos que hoy se disponen en el relleno sanitario municipal sin convertirlos. "Más allá de la producción de energía, es importante porque se reducirán emisiones de metano, se avanzará en la solución de un problema ambiental", apuntó Musotto.
En la zona hay industrias cerealeras, papeleras, un frigorífico de pescado y otro de carne y un criadero de pollos y, además, se cultivan cebollas. "Es una producción que deja muchos residuos de descolado, la parte verde que se le quita, y vamos a utilizarlos con un tratamiento para bajarle el nivel de acidez. Hoy esos orgánicos se mal disponen como residuos", señaló Musotto.
La planta estará preparada para recibir sustratos de industrias agrícolas, alimenticias y ganaderas que aportarán los insumos, incluso grasas y lodos de plantas de tratamiento de efluentes de industrias alimenticias.
La estimación es que con el 25%, aproximadamente, de los residuos que se generan en la zona la planta podrá generar los 0,72 Mw comprometidos para vender a Camesa y, con un poco más, la potencia completa.
En la segunda ronda del RenovAR se adjudicaron 66 proyectos de energía eólica, solar, biomasa, biogás, biogás de relleno sanitario y pequeños aprovechamientos hidroeléctricos. En biogás, el precio promedio ofertado fue de 157,97, poco más de 2 dólares del precio techo que puso el MInisterio de Energía, de 160 dólares por MWh. El sector aseguraba que la mayoría de las ofertas rondarían el tope y exigían una mayor tarifa.
La oferta más baja fue de 150 dólares por MWh. La ofertó Arrebeef Energía, proyecto de 1,5 MW a montarse en la provincia de Buenos Aires, que ofertó 92 dólares por MWh. La mitad de las ofertas no se movieron del valor límite: 160 dólares por MWh.