No hubo acuerdo aún. Pese a que se esperaba que Carrefour y el sindicato de comercio arribaran ayer a un consenso sobre el estado de alerta en el que ingresó el grupo francés -que emplea a 19.000 trabajadores- tras la presentación de un proceso preventivo de crisis (PPC), la negociación volvió a entrar en un compás de espera.
Pero solo sería por horas. Las partes coinciden en que el tan ansiado acuerdo podría cerrarse hoy, luego de la redacción final de la letra chica y ya con los números afinados. Para que el conflicto cierre sin despidos, repitieron fuentes cercanas a la negociación, deberá haber un "aporte del Estado". ¿Cuál? En principio, según contaron a LA NACION, se baraja que el aumento salarial del 15% pactado para este año se vuelva no remunerativo. Así, la empresa se ahorraría los aportes patronales. Esta ventaja podría extenderse hasta 2019. A esto se sumaría un plan de retiros voluntarios en las tiendas que Carrefour planea cerrar -se habla de mil empleados- pagados al 150%. De esta manera, el gremio que conduce Armando Cavalieri y el Gobierno podrían mostrar dos victorias pírricas: el mantenimiento del incremento de salarios pactado pese al PPC (que habilita a una rebaja salarial) y la posibilidad de despidos (en un primer momento se hablaba de más de 2000)
Hoy, en un horario aún por definir, se hará una nueva audiencia en el Ministerio de Trabajo. Ayer, en la cartera que conduce Jorge Triaca afirmaron que "continuaron avanzando las negociaciones", y agregaron: "Las partes siguen en busca de la mejor alternativa para cuidar las fuentes de empleo y una solución integral para la sustentabilidad de la empresa".
Fuentes de Carrefour aclararon a LA NACION que aún falta ajustar números y la forma de redacción de un posible acuerdo. La semana pasada, habían afirmado a este medio que requerían "medidas integrales" para lograr la "sustentabilidad de la empresa". Sin embargo, no habían querido precisar a qué se referían. Según indicaron anteayer en el sindicato de comercio, la firma francesa busca una rebaja del alto costo laboral que enfrenta en un contexto de una significativa informalidad en el sector supermercadista.
En la empresa creen que se logró demostrar que los números financieros de Carrefour son tan "críticos" que se justifica un aporte estatal para salvar la situación. La pregunta que queda en el aire es si ese aporte no será reclamado por todo el sector supermercadista formal.
El problema de la informalidad fue avalado directamente por el presidente Mauricio Macri en una entrevista con el diario español ABC, en la que cuestionó a los supermercados de origen chino.
Esto sucedió a días de que comenzara a regir la obligación del uso del Posnet para todos los comercios y luego de la presentación de la mesa de competitividad del sector, en la que hubo enfrentamientos entre representantes de los supermercados del interior y los comercios asiáticos.