No es cuestión solo de Aranguren. O seguimos con el gradualismo o lo pagamos con el déficit fiscal". Tajante y sin segundas interpretaciones, el presidente Mauricio Macri defendió ayer en la reunión de gabinete la política tarifaria de su ministro de Energía, Juan José Aranguren , que incluye tanto los fuertes aumentos en los servicios públicos pasados como los que se avecinan. Sostuvo, además, la línea oficial -que ratificó más tarde el jefe de Gabinete, Marcos Peña - de "seguir trabajando" para alcanzar la meta del 15% de inflación anual.
Quienes hablaron con él en las últimas horas coinciden: está convencido de que la política tarifaria es la "única posible", por más que sus socios de Cambiemos (la UCR y Elisa Carrió ) critiquen los aumentos y pidan "correcciones". Del kirchnerismo, no esperaba otra cosa que una campaña en contra.
"La obsesión del Presidente es que la gente tome conciencia del desastre en el que nos metió el gobierno anterior. A nadie le gusta anunciar aumentos, pero es la única forma", coincidieron ante LA NACION tres asistentes a la reunión de ayer.
Esta fue la primera reunión de gabinete encabezada por Macri desde su regreso de la Cumbre de las Américas , en Lima.
Ante los ministros, y según pudo saber este diario, Macri también dio plazos para el fin de los subsidios a la energía: habló de seis años para las provincias del sur (las que más los necesitan) y cuatro para el resto del país. En la misma línea se expresó el jefe de Gabinete, Marcos Peña, que un rato después de la reunión -de la que participaron los legisladores radicales Mario Negri (Diputados) y Luis Naidenoff (Senado)- enfrentó a la prensa en un pasillo del primer piso de Balcarce 50.
"Hay que separar, una cosa es la actitud demagógica e irresponsable de quienes quebraron el sistema económico y energético del país, como la expresidenta ( Cristina Kirchner ), y no nos sorprende que nos critiquen. Las discusiones que tenemos dentro de Cambiemos entran dentro de otro contexto de responsabilidad y de diálogo", afirmó el jefe de Gabinete.
Sobre las críticas de Carrió, expresadas en un pedido de informes dirigido al propio jefe de Gabinete para que el ministro Aranguren "explique" en detalle los aumentos, Peña afirmó: "Hay observaciones puntuales relacionadas con el control de las empresas, estamos totalmente de acuerdo y a disposición para abrir toda la información necesaria para trabajar en conjunto con el Congreso y lograr una mejor implementación, después de muchos años de destrucción de la matriz energética". Luego, el jefe de Gabinete se reunió con los referentes legislativos de la UCR (Negri, Naidenoff y el también senador Ángel Rozas) para repasar los próximos proyectos en ambas cámaras.
En el Gobierno relativizan las críticas de Carrió y valoran la actitud "constructiva" de la gran mayoría de los referentes legislativos de la UCR. Valoran que los radicales estén a punto de presentar una "propuesta superadora" del actual esquema tarifario, aunque se muestran algo enojados con el presidente del Comité Nacional, Alfredo Cornejo, quien insiste en que considera "no gradual" la política de aumentos de luz y gas, y disparó contra Aranguren, que a su criterio está "enceguecido y cerrado al diálogo".
"Nos extraña que Cornejo diga esas cosas, él fue más duro que los otros gobernadores de Cambiemos a la hora de subir las tarifas", contestó un ministro de confianza del Presidente.
En la posterior reunión con los legisladores estuvieron, además de Peña y los radicales, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio; el presidente de la Cámara baja, Emilio Monzó; el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, y los jefes de los bloques de Pro, Humberto Sciavoni y Nicolás Massot. Se habló de la sesión especial pedida por el kirchnerismo contra los aumentos de tarifas. "Que consigan el quórum ellos. No los vamos a ayudar", dijo un referente legislativo.
Más allá de las críticas, Macri y, también, Peña sostienen, aunque con algún reparo, la meta de 15 por ciento de inflación prevista para 2018, aunque desde distintos sectores -incluido el FMI- se muestran escépticos.
"Estamos convencidos de que lo más complejo de la inflación está terminando ahora", en los primeros cuatro meses del año, afirmó. "Ya a partir de mayo veremos una merma muy significativa", se entusiasmó el jefe de Gabinete. Durante la reunión, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, había presentado un escenario optimista ante el Presidente y sus funcionarios sobre la marcha de la economía.
"Venimos de 70 años de inflación en la Argentina, pero la mayoría de los países dejó atrás la inflación con reglas que estamos cumpliendo. Algunos estiman que será un poco más, pero vamos a seguir trabajando para que sea un 15, y un poco menos el año que viene", pronosticó Peña.
De todos modos, el jefe de Gabinete destacó luego que el porcentaje de inflación proyectado "no es un pronóstico ni un compromiso, sino una meta que sirve para orientar la velocidad de la baja de la inflación, es la meta que nos ordena para este año". "Estamos convencidos de que la inflación va a seguir bajando, la actividad económica está dando buenos números en muchos rubros. Bajar la inflación mucho más fuerte implicaría un costo social que no vamos a asumir", destacó.
Ante una pregunta de LA NACION, Peña negó cortocircuitos con la Corte Suprema luego del pedido de juicio político contra Ricardo Lorenzetti por parte de Elisa Carrió, y afirmó que la reunión de anteayer con los miembros del alto tribunal tiene que ver con el "diálogo institucional. La diputada Carrió tiene todas las facultades para poder plantear un juicio político, y ya lo aclaramos a la Corte. Una herramienta institucional nunca puede provocar una crisis institucional", dijo Peña.