Los árboles no crecen hasta el cielo, dice un viejo refrán del mercado. Y la soja no podía ser la excepción, por factores externos e internos el precio de la oleaginosa disponible y el de la nueva cosecha han revertido la tendencia alcista que comenzó a principios de marzo.
Tanto en Chicago como en el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba) los precios ajustaron a la baja desde principios de mes. En el caso de la plaza estadounidense, la caída agarra nuevamente a los fondos con el pie cambiado. Es que primero fueron vendedores, pensando en la baja del mercado; luego, como esa presumible baja no se dio, desarmaron su posición de venta y armaron una nueva posición larga o comprada pensando en la suba, y ahora, inesperadamente el mercado entro en caía libre y los fondos vuelven a acumular pérdidas.
No es el mejor año para los fondos y queda demostrado que no siempre tienen la verdad y que no siempre ganan.
Desde comienzos de marzo a la fecha, la posición julio de la soja en Chicago acumuló bajas de 12 dólares por tonelada, mientras que la harina de soja se desplomo US$24. La ilusión de los buenos márgenes de molienda de las fábricas de aceite de los Estados Unidos se esfumó en apenas una semana, con la distinta magnitud en la baja de la harina y del poroto de soja.
En nuestro mercado la soja disponible acusó bajas por US$20, de los US$312 por tonelada de principios de marzo pasó a US$292, mientras que la posición mayo en el Matba evidenció pérdidas acumuladas de US$13, al caer de 308 a 295 dólares. Esta distinta baja entre el disponible y los futuros es el mejor indicador de que el precio de la soja disponible estaba sobrevaluado. Tan es así que anteayer la posición disponible no acusó impacto alcista alguno tras el drástico recorte de la cosecha de soja hecho por la Bolsa de Comercio de Rosario, de 46,50 a 40 millones de toneladas.
En el plano local hay un hecho que fue clave para desencadenar la baja, además de la merma en el valor internacional, los productores vendieron en la primera semana de marzo más de 1,5 mill./t de soja de la nueva cosecha. No hay muchos antecedentes en las estadísticas de semejante volumen de ventas una semana antes de la cosecha. En esta oportunidad, el productor actuó con una lógica que le ha resultado acertada. La industria y la exportación acusaron el recibo de semejante volumen de ventas y actuaron siguiendo la ley de oferta y demanda.
Hay otro factor que ha descomprimido el interés comprador: la caída de la oferta de soja disponible indica que los productores van agotando sus existencias y comienzan a evaluar los buenos precios pagados por la soja de la nueva cosecha, arrastrados por la firmeza en el disponible. Desde comienzos de febrero a la fecha los productores vendieron 1,7 mill./t de soja de la cosecha anterior y 3 millones de la nueva, para las entrega de abril/mayo en adelante. Si el clima es bueno y permite un normal avance de la cosecha, el mercado de soja disponible corre el riesgo de ir en busca de nuevas bajas, con chances de perder 15/20 dólares por tonelada.