En este aspecto, Martín Rappallini, empresario industrial, quien además se desempeña como titular del Polo Industrial Ezeiza, e integra los comités ejecutivos de la UIPBA y de la UIA, explicó que “en la Argentina existen 2.500 municipios, y en cada uno debería existir un Parque Industrial para que cada emprendedor local pueda desarrollar sus proyectos e incubar su nueva empresa en un ámbito preparado para la producción y los servicios, generando arraigo y oportunidades en su mismo lugar de origen”.
También ponderó que en estos casos “la materia prima se obtiene a un menor costo, ya que es posible manufacturarla a pocos kilómetros de la zona rural donde fue producida, y no es necesario transportarla hasta las grandes ciudades, lo que encarece notablemente los costos de producción”.
Un caso emblemático de sinergia entre los parques industriales y la agroindustria –destacó Rappallini– es el del Parque Industrial de Tres Arroyos, creado en 1975 por el municipio, que “desde entonces logró la radicación de más de 40 empresas, las cuales terminaron cambiando la dinámica de una localidad históricamente ligada a la producción agropecuaria, que hoy puede procesar localmente parte de su producción, agregando valor, mano de obra y dinamismo económico a toda su zona de influencia”.
Martín Rappallini recorrió la feria junto a Darío Parlascino, quien además es Gerente General del Parque Industrial COMIRSA, de Ramallo, representando a la Asociación RedPARQUES y juntos reafirmaron la importancia del agro para el sector industrial: “Los parques industriales tienen un importante rol que cumplir en esta nueva era que, entre otros desafíos, nos invita a sumar valor agregado a nuestras exportaciones. Cada pueblo de nuestro país debería contar con un parque industrial que dinamice las economías locales. Este es el camino”.