El conflicto con los transportistas de granos autoconvocados, que ayer cumplió una semana, se agravó con el correr de las horas: paro de transporte, camiones que no llegan a las terminales portuarias y denuncias de hechos de violencia con choferes en distintos puntos estratégicos del país.
La protesta es impulsada por Transportistas de Granos Autoconvocados (TGA), quienes el viernes pasado le entregaron un petitorio al ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, mediante el cual le solicitaron una mesa de diálogo "de forma inmediata". Además, le pidieron que rija una tarifa única en todo el país. "Si el ministro nos recibe, se levanta el paro", afirmaron los autoconvocados.
En diálogo con LA NACION, fuentes de la cartera de Transporte dijeron que rechazan "una medida de fuerza irracional y violenta", y afirmaron que "los transportistas que la llevan a cabo no buscaron ningún canal de diálogo y no tienen representatividad ni dimensión del impacto y del daño que están generando. No solo son los camiones frenados, sino también los que decidieron directamente no cargar: están paralizando el comercio exterior", afirmaron.
Desde la Bolsa de Comercio de Rosario informaron que ayer ingresaron en los puertos de esa zona 1099 camiones (al cierre del día), lo que implica una caída del 66,5% respecto del promedio de la semana pasada, que fue de 1830 vehículos.
Andrés Alcaraz, gerente de Comunicaciones de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), explicó a LA NACION que ayer los puertos de Necochea, Bahía Blanca y el Gran Rosario estaban parados. "Se calcula que hay 65 barcos demorados (entre los que están en puerto y los programados por arribar en los próximos días) y que, de extenderse el conflicto por unos 10 días, se generaría una pérdida de 13 millones de dólares por el alquiler de esos navíos (a razón de un promedio de 20.000 dólares diarios). Así, podrían dejar de ingresar, en esos 10 días, unos 1000 millones de dólares".
Una fuente del sector comercial contó a LA NACION que los cortes están afectando seriamente al mercado, "porque pese a la necesidad de la demanda de recibir soja, maíz y trigo los camiones llegan a cuentagotas". Agregó que la situación ya se trasladó a los precios. "Entre el jueves y ayer [por el lunes], tuvimos mercados externos muy en baja, pero en el nivel local las cotizaciones se mantuvieron firmes por la urgencia de los compradores por conseguir mercadería. La demanda fuerza la plaza vía precios, necesita la mercadería para procesar (soja) o para embarcar (maíz y trigo), pero lo concreto es que los granos no les están llegando", relató el operador.
En torno del puerto de Necochea había ayer unos 200 camiones estacionados en las rotondas. "Queremos que la tarifa sea una ley y esperamos que el ministro Dietrich atienda el petitorio", contó a LA NACION el camionero Juan Battilana, junto a colegas autoconvocados que participan de la protesta.
No hay descargas de mercadería en las tres terminales que tiene el puerto de Quequén. Solo una tenía ayer granos en sus elevadores, por lo que pudo atender un buque que estaba en dársena desde inicios de esta semana. Las otras dos terminales están expectantes de una resolución del conflicto, ya que están por ingresar más barcos en el transcurso de la semana y en las actuales condiciones no tienen cereales en depósito.
Según una fuente del sector acopiador, mañana, a partir de las 11, se reunirán las tres cámaras de transporte, las entidades rurales y los acopiadores con representantes de la cartera de Transporte para definir la tarifa de referencia. Hay una ley que regula el transporte de cargas: a través de mesas de diálogo, donde intervienen las partes, el Estado fija una tarifa de referencia, que es orientativa para lo que después se decida por oferta y demanda. "Establecer una tarifa fija implicaría ir al Congreso y cambiar esa ley. Para controlar esa tarifa de referencia existen mecanismos regulados de defensa, que impiden los abusos. Los autoconvocados no realizaron ninguno de estos pasos", explicaron en el ministerio que encabeza Dietrich.
En tanto, los presidentes de Acsoja, Argentrigo, Asagir y Maizar manifestaron en un comunicado que "esta situación es inadmisible, puesto que un grupo ínfimo de violentos genera la paralización de todo el sistema de entrega de granos".