La Mesa de las Carnes está al rojo vivo en una millonaria disputa por una
transferencia de recursos desde los ganaderos y frigoríficos a las curtiembres
que podría estar en el orden de los US$ 100 millones -aunque algunos arriesgan
hasta 350- y que impediría que el precio del ganado en pie aumente alrededor del
3%, según fuentes del Ministerio de Agroindustria.
Es que, por efecto de las retenciones y del precio que se toma como referencia para aplicar ese gravamen, las curtiembres compran el cuero argentino a un precio sustancialmente menor al que podría valer. Hoy el kilo de cuero de vaquillona y el de novillo se paga alrededor de $ 9 mas iva, dependiendo de la distancia del flete entre las plantas frigoríficas y los puertos, y $ 6 los de vaca y toro. ¨Se podría pagar por lo menos un 20% mas", dice una fuente del sector. Los frigoríficos y las entidades que representan a los productores creyeron que esta protección iba a desaparecer con el gobierno de Macri. Sin embargo, por lo que podría ser una interpretación errónea de la Aduana, la protección sigue vigente.
Históricamente el valor del cuero y del resto del recupero por la venta de
los subproductos de la faena equiparaban el valor del servicio de faena de los
frigoríficos. "Durante 2017 esta situación se revirtió, producto no solo de la
caída de los precios internacionales del cuero, sino de las distorsiones que
genera el esquema de retenciones y el sistema de cálculo de los derechos de
exportación aplicados a los cueros", explica un informe de la Sociedad Rural
Argentina (SRA).
Paradoja del destino, mediante el Decreto 7/2012, firmado entre otros por el ex vicepresidente Amado Boudou y por Débora Giorgi, el gobierno anterior había instrumentado un cronograma de desgravación para llevar a 0% las retenciones a los cueros el 31 de diciembre de 2015. Sin embargo, fue el actual gobierno, que hizo del fin de las retenciones una bandera, el que dictó el 16 de diciembre de 2015 -apenas unos días antes de entrada en vigencia de aquella norma- el Decreto 133/15. Este decreto fue ampliamente celebrado por las entidades que representan a la producción agropecuaria ya que eliminó los derechos de exportación para un numero de productos, como el trigo y el maíz y redujo las retenciones a la soja. Sin emabargo, con los cueros se volvió a establecer derechos de exportación a los no curtidos. Así, para el mercado de las carnes, se continuó con una política que el propio Macri había criticado durante la campaña presidencial: la de la protección y cartelización de algunos sectores industriales que compraban materia prima barata en el mercado interno como resultado de los derechos de exportación. En el caso de los cueros, con una retención efectiva cercana al 30%, resulta virtualmente imposible vender cueros no curtidos al exterior.
Pero la polémica es aun mayor. Hasta la publicación del decreto 133/15 el cálculo de la retención se efectuaba sobre la cotización en Chicago del cuero de novillo con marca en culata (Butt Branded Steer) más el costo del flete entre Chicago y la Argentina, así lo había establecido en 1992 la resolución 537 del Ministerio de Economía, durante el gobierno de Carlos Menem que también había, como Macri, hecho de la eliminación de las retenciones una política de estado. Con excepción de los cueros.
Según la SRA, el Butt Branded Steer es "un cuero mucho más pesado y más grande" que el que se produce en la Argentina cuyo precio es entre un 20 y un 30% mas alto que el valor del cuero que se comercializa en nuestro país y que, por lo tanto, da como resultado un derecho de exportación efectivo también mayor al que resultaría si la alícuota se aplicara sobre el precio FOB argentino.
Decreto
El Decreto 133/15 no hace referencia alguna a la aplicación de la base imponible especial y deroga, en su articulo 5, "toda normativa que se oponga a lo establecido en el presente acto".
En febrero de 2017, el consorcio de exportadores ABC realizó un reclamo ante la Aduana por entender que "a pesar de lo dispuesto claramente por el régimen actual, los controles operativos aduaneros exigen la determinación y el pago de los derechos de exportación mediante la aplicación de la base imponible dispuesta por la Resolución MEOSP 537/92, encareciendo dichas operaciones en forma ilegal, arbitraria e ilegítima". Abad se declaró incompetente y remitió la consulta a la Secretaría de Hacienda.
La Dirección Nacional de Impuestos emitió un dictamen favorable al reclamo de ABC y consideró necesario "solicitar la opinión del Ministerio de Agroindustria en el entendimiento, además, que ha sido esa la cartera de Estado quien impulsó los cambios en el tratamiento arancelario de exportación aplicable a las mercaderías aquí involucradas". Actualmente, la cuestión se encuentra en estudio en la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, con intervención de la Secretaría de Comercio del Ministerio de Producción.
Consultados por la nacion, en el sector de las curtiembres, agrupados en la Cámara de la Industria Curtidora de la Argentina (CICA) respondieron: "el régimen establecido oportunamente en la Argentina para desalentar la salida de materia prima escasa sin industrializar es similar a las vigentes en otros países productores como Brasil, India, Paquistán, Bangladesh, Indonesia, Rusia, Ucrania, Marruecos, Nigeria, Uruguay, Turquía y otros". Y añadieron: "de no existir el régimen vigente, en lugar de desalentar, alentaría la salida de materia prima indispensable para el sector".
En la industria frigorífica creen que el argumento de la industria curtidora de dejar en la calle a 5000 trabajadores si se cambian las condiciones de exportación tienen peso en las decisiones políticas del oficialismo. Hay seis empresas que concentran las exportaciones de cuero y tres curten 50% del cuero. curtido del país, y solo las tres primeras curtirían el 50% del cuero.
Lo cierto es que en el Ministerio de Agroindustria tienen el tema entre las prioridades de resolución. Y la Mesa de las Carnes lo sigue de cerca.
Etchevehere y su intento de eliminar el impuesto
En una reunión convocada por el ministro de Producción, Francisco Cabrera, que reunió a los representantes de la ganadería, frigoríficos y curtiembres, éstas defendieron el actual precio base para el cálculo de las retenciones -la cotización en Chicago del cuero de novillo con marca en culata (Butt Branded Steer) más el costo del flete entre Chicago y la Argentina- aduciendo la alta protección a las importaciones de cuero curtido a nivel mundial.
Además, argumentaron que la industria curtidora nacional opera, según datos de la Cámara de la Industria Curtidora Argentina (CICA), con unos 10 mil trabajadores directos que estarían en riesgo si cambian las condiciones. Estaban en aquella reunión el entonces ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, y su sucesor, Luis Miguel Etchevehere, que oficiaba de anfitrión, como presidente de la Rural.
Ya en su papel de ministro, Etchevehere se reunió con las curtiembres y les anticipó que pensaba cambiar el precio de referencia para el cálculo del gravamen del 10% que se aplica a las exportaciones de cuero crudo y además, pensaba eliminar ese impuesto. Al parecer, otro ministro dijo que "hasta que no se solucione el déficit fiscal y la inflación no se puede hacer nada".