"Muy positiva" es la evaluación que, a casi cuatro años de haber instalado un
biodigestor en su feedlot (establecimiento de engorde a corral) de Carlos
Tejedor, en el noroeste bonaerense, hace Luis Urdangarín. Desde entonces produce
biogás y, desde hace dos años, energía eléctrica que vende a la red.
La producción de energía es de 1000 KW y, explicó Urdangarín a LA NACION, la
vende toda a la red porque el precio -por ser renovable- es más alto al que él
la compra. Por día, en el establecimiento se recolectan 10.000 litros de
efluentes (90% líquidos y el resto sólido), con lo que genera energía y produce
también fertilizantes que usan en el establecimiento.
"Fue una solución para el manejo de los efluentes. El estiércol que se reúne
diariamente va a un digestor, no al suelo ni a la napa, con lo que no
contaminamos. Usamos el fertilizante y mejoramos el suelo", contó.
Por ahora, con el fertilizante que se logra no reemplazan todo el que usan, pero
"hemos ido bajando la cantidad de lo que compramos y, como el efecto es
acumulativo, el suelo mejora".
El productor estimó que entre 2013 y 2014 la inversión en el proyecto fue de
unos $ 4 millones. "Es a largo plazo, así que todavía no la recuperamos",
apuntó.
En este caso, el único elemento importado que incorporaron fue un intercambiador
de calor español. El resto del equipamiento es de empresas locales. La decisión
de no usar parte de la energía producida en su establecimiento fue, además de
por el precio de venta del KW, porque se requería otra inversión.
"Es una solución muy recomendable que se puede combinar con distintos tipos de emprendimientos, desde ganado vacuno a porcino o criaderos de gallinas. En la zona hay otras iniciativas, una en la escuela agrotécnica Del Valle y otra en marcha en Cañada Seca, en el partido de General Villegas", señaló a LA NACION.
La semana pasada se conoció que el frigorífico Friar producirá biogás a partir de desechos de los animales e invertirá US$ 10 millones. En el feedlot instalarán dos plantas para generar biogás y producir dos megavatios de energía.
"Con 53 millones de vacas, la Argentina tiene potencial para generar energía a partir de efluentes -dijo a LA NACION Javier Tonoli, radicado en Europa y director comercial de la firma Rota Guido para Europa occidental y responsable de su desarrollo en la Argentina. En Francia hay 20 millones (de cabezas) y la tecnología se extiende. Todo desecho se convierte en recursos y es un empuje también para las economías regionales".
La empresa italiana, especialista en tecnología y soluciones para el agro y el ambiente, tiene proyectos para instalar 20 plantas de biogás en establecimientos rurales argentinos y abrir una filial en esta provincia, en Tránsito, a unos 100 kilómetros de la capital cordobesa.