El negocio lácteo se prepara para un nuevo escenario en 2018. El inminente acuerdo Unión Europea (UE) – Mercosur promete traer cambios especialmente en el rubro de la quesería. José Moreno, presidente de Mastellone, empresa hoy participada en 40 por ciento por Arcor y dueña de la marca La Serenísima, anticipó en su tradicional almuerzo de fin de año con periodistas qué se viene para un negocio que hoy produce ya 10.000 millones de litros de leche pero cuya capacidad “permite ya producir 15.000 millones de litros por año”.
“El acuerdo con UE nos asusta”, reconoció Moreno sin vueltas, ante una consulta de Apertura.com. El histórico acuerdo, que según anticipó el titular de la Cancillería argentina, Jorge Faurie podría estar cerrado antes del 21 de diciembre, traerá cambio en materia de denominación de origen, especialmente de los quesos. “Si sale (el acuerdo) nos va a obligar a redenominar los productos y con eso dejarnos en una situación de desventaja”, constató Moreno. Sin embargo, al mismo tiempo, el ejecutivo reconoce que de rubricarse la alianza, la industria no tendrá otra que adaptarse a las nuevas reglas de juego. “Hay cosas que tenderemos que sacrificar porque el objetivo final está por encima de los intereses sectoriales y se centran en las inversiones. Pero, si tenemos facilidades, como en lo referente a la reforma laboral y tributaria que hoy se están discutiendo, por lo menos por los próximos 10 años, la adaptación va a ser más fácil”, indicó.
La incógnita pasa por aquellas empresas que dependen en su mayoría de la producción de queso para subsistir. Cabe recordar que la quesería se lleva el grueso de la producción lechera local. En este grupo se encuentra justamente el principal rival, SanCor. La cooperativa espera por estos días la definición de parte de la neozelandesa Fonterra (opera en más de 140 países del mundo, con un plantel de 22.000 empleados e ingresos superiores a los US$ 12.000 millones) para hacerse del 80 por ciento de una nueva sociedad que San Core integraría con el 20 por ciento de las acciones y que le permitiría evitar el cierre.
No obstante, con la mirada enfocada en la propia operación, el presidente de la mayor láctea del país no le teme a los players europeos en cuanto su nivel de desarrollo. “Ahí estamos al día con lo mejor de la UE. Nuestro problema sigue estando en la etapa de la materia prima”, indicó quien representa una compañía que emplea a 4500 personas y en 2016 superó la marca de los $ 17.000 millones de facturación anual. En ese sentido, admite que si bien la producción no se recuperó contra los mejores niveles de antaño si se logró estabilizar la producción alrededor de los 10.000 millones.
La buena noticia
Factor fundamental para ello, fue el hecho de que la desaparición de tambos logró encontrar un piso. Si bien con los 10.000 establecimientos productivos de hoy, lejos están de la capacidad instalada de los 33.000 tambos que había en la década de los ´80, en el año 2017, el sector logró estabilizar la tendencia negativa. “El principal problema es la financiación. Tanto en materia de equipos como operación se necesitan facilidades que permitan cubrir los primeros 3 o 4 años hasta lograr equilibrar el flujo de capital de un nuevo emprendimiento”, resumió.
En cuanto a los precios considera que “está bien”. Sin embargo, espera para 2018 un incremento de los valores cercano del 15 por ciento. En la proyección hacia el próximo año, la compañía se propone seguir con el plan Más Leche, lanzado hace 2 años, que busca recomponer la producción de los tambos a través de medidas de crecimiento vertical de la producción de leche en zonas que no compitan con la agricultura, como San Luis, Santiago del Estero o La Pampa. Para ello, el plan de inversiones inicial contemplaba un desembolso de US$ 100 millones. El foco serán cuatro proyectos: la ampliación y mejoras de líneas de producción en el complejo de General Rodríguez, que es donde está sede histórica de la firma creada por la familia Mastellone, que aún conserva un 40 por ciento de las acciones; la puesta en marcha de nuevas plantas de quesos en Canals (Córdoba) y de secado dual (leche en polvo y sueros) en Trenque Lauquen, y la instalación de un mega- polo lechero en Villa Mercedes (San Luis). La meta: “Seguir invirtiendo para lograr una producción diaria de 6 millones de litros de leche por día”, proyectó, el ejecutivo.
Más allá del desafío que genera el futuro en común con los productores de los países de la Unión Europea, Moreno reconoció la relación gestada entre el Gobierno y el sector en general. “El contacto es otro. Hoy están haciendo un diagnóstico correcto de la situación”, cerró su análisis.
Fuente: Infortambo