Recientemente recorrió la provincia de Buenos Aires, Dennis Wildman (*), técnico internacional de Stoller, especialista en fisiología vegetal. Wildman se refirió a los planes nutricionales para soja, enfocándose en la importancia de la fertilización foliar y la aplicación de distintas soluciones en diferentes etapas del cultivo para optimizar su rendimiento.
Durante sus charlas, desarrolladas en Balcarce, Junín, Vedia y Mercedes, Wildman citó los factores que reducen el potencial de rendimiento como el clima, el manejo, los nutrientes y la química del suelo y la incidencia de las malezas y enfermedades.
Recalcó que “el mayor potencial de rendimiento se encuentra en la semilla” y sobre si es posible conservar ese potencial en soja, señaló que el promedio mundial es de 2,7 toneladas por ha, al igual que en la Argentina, aunque en el mundo pueden llegarse a récords de 10,9 toneladas por ha.
Describió también el modelo hormonal de las plantas en sus distintas etapas de germinación, emergencia y establecimiento del cultivo; crecimiento vegetativo, floración y reproducción, y finalmente en el de maduración y formación de granos o frutos.
Al respecto, mencionó los planes nutricionales que Stoller ofrece para cada etapa. Mencionó al biorregulador tricompuesto Stimulate, que asegura la siembra, protegiendo y dándole un vigor inicial a la semilla. Además, permite la emergencia ante las peores condiciones ambientales y previene a la planta del daño de residuos de herbicidas. Wildman Explicó como este producto mejora la germinación por acción de las proteínas.
También citó para esta etapa del cultivo a Mastermins Plus, un fertilizante foliar compuesto de 10% de nitrógeno, 4% de fósforo, 6% de potasio y otras concentraciones de micronutrientes como magnesio, azufre, boro, manganeso, molibdeno y zinc.
Posteriormente, señaló al producto Sett, para la etapa de floración, fertilizante nitrogenado foliar que colabora con la síntesis de citoquinina, sustancia necesaria durante la reproducción, cuyo nivel se ve afectado por el estrés calórico de la época y hace que la planta no pueda mantenerla en cantidades suficientes.
Mencionó que “en la soja y el maíz, la temperatura crítica de estrés calórico en esta etapa es de 31 grados, siendo de 20 grados para el trigo y de 35 para el sorgo. Este fertilizante permite lograr flores fuertes que aseguren buena formación de granos”, dijo.
Por último, para la etapa final del cultivo, citó al nuevo producto Bio Hold que regula el manejo del etileno y el control de oxidantes y a Sugar Mover. Ambos están especialmente formulados para el manejo del estrés. Contienen antioxidantes y enzimas que garantizan el normal crecimiento de las plantas de soja ante condiciones de estrés calórico e hídrico; especialmente en la etapa de formación de granos y frutos.
(*) Wildman es ingeniero agrónomo estadounidense, miembro de un grupo de asociaciones de agrónomos Estados Unidos que reúne a consultores privados de 18 estados de esa nación y de otros 16 países. En 1992 fue miembro fundador de la Asociación de Asesores de Cultivos Independientes de Ohio. Está afiliado a numerosas investigaciones de universidades, negocios comerciales y expertos en marketing estratégico en agricultura. También su país desarrolló la Asociación de Consultores de Cultivos Independiente reuniendo un grupo de agrónomos para entender mejor el “lenguaje de las plantas”. Desde 1980, trabaja como consultor independiente para Stoller EE. UU.