PEKÍN.- No perdieron tiempo. Sólo dos días después de que Xi Jinping, uno de los hombres más importantes del planeta, fue reelegido para un segundo mandato de cinco años como presidente (en una austera ceremonia en el Gran Salón del Pueblo), China volvió a enviar otra fuerte señal a América latina, tierra que el propio Xi puso en la mira en su primer mandato.

El mensaje fue directo y provino del propio Partido Comunista de China (PCCh). La vocera fue Shao Yingjun, consejera económica del Departamento de las Américas y Oceanía del Ministerio de Comercio de China. La funcionaria recalcó que la segunda potencia mundial no sólo busca brindar más financiamiento (para infraestructura y promoción del comercio), sino que también espera firmar más tratados de libre comercio (TLC) similares a los que selló, por ejemplo, con Chile en 2005. En particular, estimó que ya había habido contactos con el gobierno argentino y con el Mercosur, aunque no dio más precisiones.

"¿Es posible un TLC con la Argentina?", le preguntó LA NACION.

"Siempre tenemos ese interés. Ya lo hemos planteado. Puede haber un TLC con el Mercosur", aclaró. Shao dio un discurso el jueves pasado en el último panel del Foro de Medios de Comunicación China-América latina, que congregó a empresas de medios chinos, americanas y a algunos funcionarios en un lujoso hotel de esta ciudad.

A fines de año, la Argentina realizará la reunión ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC), ¿cómo toma China no haber sido aún reconocida como economía de mercado por Europa, EE.UU. y la Argentina entre otros países de América latina?

La funcionaria evita una respuesta directa. "Ya lo dijo Xi en el XIX Congreso Nacional del partido. China está construyendo el socialismo con peculiaridades chinas, que propone un clima para un país mejor, cada vez más rico y poderoso".

LA NACION consultó a la Secretaría de Comercio, que conduce Miguel Braun, y a la Cancillería sobre un posible acercamiento, lo que pondría en alerta a los industriales locales. En ambas dependencias estimaron que aún no es un tema en agenda, aunque no lo descartaron. "No estamos cerrados a que en algún momento se haga un trabajo de análisis exploratorio de los beneficios de un acuerdo", indicaron en el Palacio San Martín.

En diciembre pasado, la Argentina evitó establecer públicamente si China es o no una economía de mercado, pero los capitales chinos igual invierten con fuerza en el país en sectores como minería, petróleo, granos y grandes obras de infraestructura. El mercado al que más le compra la Argentina es el Mercosur; el segundo es China. En los primeros nueve meses llegaron productos del país asiático por US$ 8789 millones y el país le exportó, en el mismo período, por US$ 3675 millones, según el Indec.

La posibilidad de abrir más acuerdos comerciales con el mundo ingresa dentro de la estrategia de "integración inteligente" del Gobierno. Incluso, además de encarar una importante negociación entre el Mercosur y la UE, el ministro de Producción, Francisco Cabrera, suele destacar que la Argentina sólo tiene acuerdos con países que representan el 10% del PBI mundial.

"Luego de la entrada de China en la OMC, las relaciones con la región se han ampliado", había destacado Shao en su discurso. El comercio con la región llegó a su récord en 2014 (263.000 millones de dólares), bajó en 2015 y 2016, y fue de 83.000 millones en 2017. "El comercio es de beneficio mutuo. Las manufacturas de alto valor agregado (enviadas por China) mejoran la competitividad y el nivel de vida, y profundizan una mayor oferta para los consumidores", esgrimió la funcionaria de Comercio china. Afirmó además que ya pueden hallarse vinos, cerezas, ananá, bananas, langostinos y carne de la región en este país. "Los consumidores chinos ya conocen los productos de su región", dijo.

Interés en infraestructura

La inversión china en América latina es el 15% de su inversión mundial. Llegó a US$ 200.000 millones en 2016. Particularmente, según recalcó la funcionaria, apuntan a los sectores de petróleo, alimentación, financiación y telecomunicaciones. "Nuestras empresas dan una fuerte importancia a la localización de los trabajos y a la formación de los trabajadores", señaló Shao. Además, nombró el fuerte interés chino en participar de los proyectos de infraestructura en la región. "Hay 145.000 millones centrados en este tipo de proyectos, principalmente carreteras y aeropuertos", describió.

"Los TLC fueron una herramienta muy eficaz y promueven la inversión en América latina", afirmó Shao, que mencionó el firmado con Chile, que impulsó la venta de vinos y frutas chilenos al país de 1300 millones de habitantes. "Queremos diversificar más productos en el comercio. Queremos importar más productos de América latina. Hay necesidad de abrir más mercados, incluso para importar manufacturas o servicios", admitió la funcionaria comunista, que pidió "combatir el proteccionismo".

"Damos mucha importancia a los TLC. Queremos firmarlos con más países de América latina. Incluso damos apoyo económico, como créditos gubernamentales o de cooperación, ya que son lubricantes de las relaciones comerciales", completó.