El ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, se comunicó ayer desde Costa
Rica con su par brasileño, Blairo Maggi, luego de que trascendiera, como informó
LA NACION, la posibilidad de que el vecino país habilite un cupo de 750.000
toneladas para la importación de trigo extra Mercosur sin aranceles. En las
primeras horas de ayer, esto había generado malestar en el Gobierno y Buryaile,
que estaba en Costa Rica para respaldar la elección del argentino Manuel Otero
como director general del Instituto Interamericano para la Agricultura (IICA),
abordó desde allí el tema telefónicamente con el ministro brasileño.
En la actualidad, las importaciones desde fuera del bloque regional deben pagar una tasa del 10%. En el último congreso que organizó esta semana en Campinas, San Pablo, la Asociación Brasileña de la Industria de Trigo (Abitrigo), los empresarios argentinos se enteraron de una movida de sus pares brasileños, que promueven que su gobierno abra el cupo de 750.000 toneladas.
El arancel funciona como una protección del trigo del Mercosur ya que
encarece el cereal de otros mercados. La Argentina puede acceder con la
protección del arancel con una ventaja de 35 a 40 dólares por tonelada versus el
trigo de otros destinos, pero eso se acorta a unos 10 dólares si no está el
arancel. Los industriales brasileños estarían apuntando al cupo sin aranceles
para mejorar las compras desde EE.UU. y negociar, además, con Rusia. En otros
momentos, cuando el gobierno de la ex presidenta Cristina Kirchner restringía
las exportaciones de trigo, Brasil buscaba abrir un cupo sin aranceles para
mejorar el abastecimiento del cereal.
Según un informe de Zeni, entre enero y septiembre de 2017 Brasil importó 4,7 millones de toneladas. De ese volumen, 3,86 millones de toneladas fueron compradas en la Argentina, lo que representó el 82,3% de sus importaciones. Luego adquirió 382.217 toneladas en Paraguay, 303.748 en Estados Unidos y 117.812 en Canadá, entre otros países. Para comparar, en 2016, entre enero y septiembre las ventas argentinas a Brasil habían totalizado 3,01 millones de toneladas y representaron el 62,4% de sus compras.
"Encontró buena predisposición", dijo a LA NACION una fuente de la cartera de Agroindustria respecto del contacto de Buryaile con Maggi. Tras la charla entre ambos, quedaron en tratar el tema en un viaje que el ministro argentino hará en los próximos días a Brasil para abordar, además, una agenda más amplia.
Esta noche Buryaile estará regresando desde Costa Rica y, según señalaron en su cartera, en los próximos días definirá la agenda y la visita a Brasil. Como Maggi no asistió a Costa Rica, si bien había avisado que no concurriría, a Buryaile le quedó el recurso de adelantar el planteo por teléfono.
En el Gobierno consideran que tratándose de algo que involucra al Mercosur, Brasil, que va a tener una cosecha de trigo casi un 30% más chica que la del año pasado, debería haber planteado el asunto dentro del bloque regional. Vale recordar que recientemente, la Argentina le concedió al vecino país la apertura del mercado para que pueda vender más carne.
La semana pasada, Brasil tuvo un cortocircuito con Uruguay al suspenderle sus ventas de leche en polvo hasta que demostrara el origen de la leche. Fue para presionar por cupos, como los que tiene la Argentina en este rubro.
Según trascendió, la posibilidad del cupo sin aranceles extra Mercosur iba a ser tratada ayer por la Cámara de Comercio Exterior (Camex) del Ministerio de Industria, Comercio Exterior y Servicios del vecino país. Sin embargo, el tema quedó para una reunión el mes próximo.